Capitulo 7

657 35 2
                                        

Me levanto y camino de un lado para otro. No puedo articular palabra. Quiere que sea su amante ¡Su amante! Sólo por una estúpida venganza por su ego herido. Lo volteo a ver enojada.

— Estás loco ¿no? ¿Tú crees que voy a ser tan idiota en aceptar ser tu amante sabiendo que tienes novia y lo peor por una venganza?

— Sí. — Dice tranquilo y tomado de su vaso.

— Pues estás muy equivocado. Antes muerta que ser tu amante. ¿Quién te crees que soy? Por una estupidez de venganza, sólo por tu ego herido, sólo porque no soportaste que yo fui la que decidió dejarte. Peter han pasado cuatro años ¡Cuatro! ¿Y quieres vengarte? Pues olvida que yo voy a aceptar. Vete al diablo. Me voy. Porque no voy a seguir escuchando tonterías. — Camino hacia la puerta, pero su voz hace que me detenga.

— Sí sales por esa puerta, atente a las consecuencias. — volteo a verlo.

— ¿Qué harás?

— ¿Sabes que tu amiga no es la dueña se su local?

— ¿Qué? Claro que lo es.

— Pues no. Ella lo quiere comprar, pero el dueño no quiere venderlo. — se levanta. — Pero yo, ya hablé con él y me lo vendió y si yo quiero puedo sacar a tu amiga en cualquier momento que se me de la gana.

— No te atreverías. — siseo apretando mis manos en puño.

— Prueba. —  se acerca a mí. — puedo destruir esa reputación que tomó con su local, soy muy poderoso Lali y solo con chasquear los dedos, puedo destruir a tu amiga. Dime. ¿Vas a dejar que tu amiga sufra mi ira solo por que tu no quieres dejar tu dignidad aún lado?

— Estas loco...., ¿Cómo eres capaz de algo así? ¿Tanto odio me tienes solo por mi miedo?

— ¿Miedo? Si lo único que te importaba de mí, era mi dinero, pero no pudiste soportar no estar cerca de tu amante. Se burlaban de mi cuando se revolcaban en la cama. — no pude aguantar más y le pegue una cachetada que hizo que su cara se volteara.

Me aparto con miedo y arrepentimiento y mire mi mano y después a él que me miraba con sus ojos completamente negros de enojo.

— Peter....., yo... no.. ¡aaaaay! — me tomo de los brazos fuerte. — Peter me estas lastimando...

— ¡Nunca vuelvas a ponerme una mano encima!. — me grita soltándome bruscamente.

Lo miro con lágrimas ya que no puedo retenerlas. Me duele ver lo mucho que él ha cambiado.

— No se quién te dijo esa mentira, pero yo nunca estuve con Benja, estando contigo.

— No me hagas reír. Yo no te voy a creer Lali. Eres solo una zorra que se abrió de pierna a otros. Por lo menos yo te pagaba a cambio con él, lo hacia gratis.

— ¡Nunca acepté un peso tuyo!

— Te encanta hacerte la digna y negarlo. Me enviabas a tu madre a pedirme ayuda. Sí no era que necesitaban pagar la renta, era que necesitaban dinero para otras cosas. Yo como un idiota pagaba.

— ¿Qué? Yo nunca mandé a mi madre a pedirte nada. — lo miro ofendida.

— ¡Dios! Eres una cínica. ¿Por qué no lo admites? Tú madre iba a mi casa o a la empresa a pedirme dinero.

Aparto la mirada de la vergüenza de saber que mi madre fue a pedirle dinero a Peter a nombre mío. «¿Cómo fue capaz de algo así?» para mi madre fue mas importante el dinero, que su hija. Dios, duele saber más cosas de ella.

— Te avergüenza ¿no? Sabes que ya no me puedes engañar con tu cara de ángel.

— Te pagaré cada centavo que mi madre te quitó. — digo viéndolo nuevamente, — pero yo nunca me voy a rebajar a ser tu amante. — me doy vuelta y antes de salir lo escucho decir:

— Tendrás noticias mías, Mariana. Vas a ser tú quien va venirme a rogar a que te acepte como amante. 

— Lo dudo. — digo saliendo.

Cerrando la puerta. Mis lágrimas vuelven a caer al saber como cambió el hombre a quien amé y que mi corazón lo sigue añorando. Subo al ascensor y al llegar abajo; camino hacia la salida. Me sorprendo al ver un taxi aparcado. El conserje se acerca a mi y dice:

— El señor Lanzani lo pidió para usted. Ya esta pagado señorita.

Aprieto mis labio y mejor decido subir. Mi mente ya no da para más. En un solo día mi mundo a estado patas arribas y Peter es el culpable. Cierro mis ojos y mas lágrimas empiezan a caer miro por la ventana; la noche se ve tan sombría, tal vez para mi, ya que otros deben estar muy felices. Aprieto mis ojos.

«¿Tanto odio me tiene Peter como para vengarse de mí?»

La pregunta es obvia. Me odia como una vez me amó. ¿Quién fue capaz de decirle tantas mentiras? No tengo ánimos de ya de pensar quien me odió tanto para hacerle creer a Peter que yo le fui infiel; que sólo me interesaba su dinero. Es un idiota que no vio el amor que le tenia con todo mi ser.

Al llegar; Salgo del taxi y subo a mi departamento. Entro y me voy directo a mi cuarto, me quito mis zapatos y me acuesto en mi cama. Miro el techo y no dejo de pensar en Peter.

«No sé si Peter va ser capaz de cumplir con su amenaza solo espero que no»

Con eso en mi mente me quedo profundamente dormida ya que me siento agotada.

Laberinto de amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora