Capitulo 44

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Estoy un poco nerviosa. La verdad no sé como va actuar Clarisa cuando le pregunte por todas las dudas que tengo. La puerta se abre y ahí viene ella. La miro y ella rueda los ojos al verme.

— No puede ser. — resopla.

— Hola Clarisa.

— ¡Vaya! Ya no soy mamá. — se sienta frente de mí.

— ¿Por qué debería llamarte mamá cuándo nunca lo fuiste?

— ¿A qué vienes Mariana?

— Vengo para que me digas la verdad. Ya no quiero mentiras de parte de ti, estoy harta.

Ella se echa hacia atrás y suelta una carcajada. No puedo creer que se ría en mi cara.

— Ya te enteraste de quién es tu padre por lo que veo. — se mira las uñas. — tu amado Peter no pierde el tiempo.

— Sí ya me enteré. ¡Me has mentido todo estos años!

— ¿Y? ¿Crees que me importa? Por dios Mariana, ya me debes conocer. No iba a permitir que Santiago se enterara que era padre. ¿Sí no me iba a dar lo que yo merecía para que darle a él algo que deseaba? Me alegra haberle arrebatado eso.

— Estas loca. Tanto odio tienes dentro de ti Clarisa.

— ¡Me dejó! ¡A mí! Tenía todo planeado, yo merecía tener el mundo a mis pies y él que hizo ¡dejarme!

— ¡Te dejó porque se dio cuenta la clase de mujer que sos! Te estabas burlando de él, solo lo querías por su dinero. ¿Qué quería que hiciera? Te desquitaste conmigo, me hiciste daño, por tu culpa Peter.....

— ¿Se burlo de ti? Ay niña. No me vas a tirar la culpa a mí. Él quiso vengarse por idiota.

— ¡Por tus mentiras! ¿No te arrepientes? — la miro con lágrimas.

— ¿Arrepentida? — me mira y después ríe. — No voy a arrepentirme. ¿Si vienes a buscar que te pida perdón? pierdes tu tiempo. Nunca pero nunca  me voy arrepentir. Me alegra haberte arruinado la vida a ti, a todos. Sí yo no tuve la vida feliz que merecía, ¿por qué los demás la iban a tener?

— Tu ambición no te permitió ser feliz. Porque mi padre te aceptó a pesar que yo no era su hija, te dio lo que pudo y vos querías más. Por ti murió, por tu culpa. Y no vengas a decir que no fuiste feliz porque él quiso darte todo lo que querías y tú no te conformaste. — me levanto. — Y no vengo a pedirte que me pidas perdón, ya que no tengo nada que perdonarte. Quería saber las dudas que tengo, pero no es necesario ya que sos una mentira. Espero Clarisa, que ese dejes todo ese resentimiento. Adiós.

Camino hacia la puerta.

— Espera Mariana.

Me detengo y la veo.

— ¿Qué?

— Para que veas que no soy mala te diré que vos y Benjamín nunca se acostaron. Yo le pagué a él para que te drogarse y tomarte esas fotos y sabes algo. No me arrepiento de haberlo hecho. — Comienza a reírse mas fuerte.

Niego y salgo se ese lugar rápidamente, pero un poco mas tranquila al saber que nunca estuve con Benja, me duele saber la verdad y que Clarisa nunca fue, ni será una buena madre. Ese capitulo lo voy a dejar por cerrado, ahora solo me voy a encargar de formar un futuro con mi hijo.

— ¿Cómo te fue?  — Ale me pregunta en el momento que subo al auto.

— No te diré que bien.Clarisa está muy llena de odio y resentimiento, no se arrepiente de nada más bien, se alegra del todo el daño que hizo.

— Espero que el tiempo la ayude a dejar ese odio.

— Lo dudo, pero ya no quiero hablar de ella. Clarisa es un capitulo cerrado en mi vida.

— ¿Peter?

— Peter. Todavía no lo sé. Es muy reciente todo, saber que solo quería vengarse, que nunca dejó su venganza por finalizada. Me duele ya que confíe en él, le dije tantas veces que no lo engañé y para nada. Tal vez un día me anime ir a hablar con él.

— ¿Y con tu padre, Santiago?

— Sé que él no sabia nada y no tiene la culpa, pero no se cómo actuar. Es tan difícil haber encontrado a mi verdadero padre y que no es la persona que mi madre decía.

— Te pido que le des una oportunidad y no lo juzgues. Veras que él será un padre para ti, sin importar que ya tengas una vida hecha.

— No lo dudo. Solo quiero que todo se calme.

Alejandra me toma de la mano sonriendo dulcemente me dice:

— Sé que tienes una madre, pero no dudes que si me necesitas yo estaré contigo como una.

— Gracias Ale.

La abrazo. Sé que ella en verdad va ser como la madre que siempre quise tener y Santiago será un gran padre para mí, pero nunca voy a olvidar al hombre que me dio su amor y su apellido.   
 

    

Laberinto de amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora