Estoy muy nerviosa todavía no me creo que me vaya a casar por fin. Quisimos casarnos antes que nuestro hijo naciera. Miro a mi padre y él me mira con cariño y nostalgia.
— Este es un nuevo paso para ti hija, no pude verte dar tus primeros pasos o escuchar tus primeras palabras, pero me siento bendecido de poder entregarte al hombre que amas y te va hará feliz.
— Gracias papá... — nos abrazamos.
Escucho la marcha nupcial, tomo del brazo a mi padre. Comenzamos a caminar por el pasillo, me llena de felicidad de a todos, pero el que mas me emociona es verlo a él; el hombre que amo con todo mi ser. Llegamos, mi padre le ofrece mi mano.
— Te entrego este tesoro que la vida mi entregó. Protégela con todo tu ser Peter.
— Lo haré señor. — mi padre se va sentar junto a su esposa. — estás hermosa mi amor.
El padre comienza a decir:
— Estamos aquí reunidos para unir a estas dos personas que han venido a dar el paso de unirse ante Dios. Ellos dos han superado todos los obstáculos que la vida les puso, pero lograron superarlos. — me mira y dice: — De sus votos.
Tomo una respiración profunda y miro a Peter con mucho amor.
— Sé que una vez dejé todo por mi miedo a no ser esa mujer que vos necesitabas, cometí el error de dejarte y lo sufrí con cada hombre que pensé amar, pero en mi corazón y mente solo vos estabas.... Al vernos de nuevo y pasar por lo que pasamos, mi amor por vos, no se apagó. Más bien sigue más vivo que nunca y la muestra es nuestro hijo.... Todos cometemos errores y tanto vos como yo lo hicimos. Ahora estamos acá uniendo nuestro amor para siempre y te juro mi amor que te seré fiel y estaré con vos en las buenas y en las malas nunca olvides que te amo y te amaré hasta que mi último aliento en esta tierra.
Veo como Peter se le caen un par de lágrimas. Yo no puedo evitar llorar. El padre le hace señas a él para que comience.
— Cuando te conocí sabia que ibas a ser el amor de mi vida. Sufrí mucho cuando me dijiste que no podíamos seguir juntos, lo peor fue creer tantas mentiras y no fui capaz de olvidar..... Cuando nos volvimos a ver, el amor que pensé que ya no estaba seguía mas vivo que nunca, solo que lo quise apartar para lograr mi cometido.... No me siento feliz de haberte hecho daño mi amor, todavía me arrepiento, dejar que las mentiras me alejara de ti. Ahora estoy acá con vos y sé que nada ni nadie volverá a hacerme creer lo que no es verdad. Te juro ante Dios y ante todos que te haré la mujer mas feliz de esta vida, mi amor y que ni la muerte hará que vos y yo nos separemos, te amo y te voy amar siempre.
— Bien. Los anillos. — Euge se acerca y se los da. El padre los bendice. — Repita lo que diga. — asiento. — Yo, Mariana Esposito Talarico. — decidí usar los apellidos de mis dos padres y quitar el se clarisa. Dejé de ser Carrasco desde hace mucho. — ¿Aceptas por esposo a Juan Pedro Lanzani, para amarlo y respetarlo todos los días de tu vida hasta que la muerte los separe?
— Acepto. — digo sin dudarlo.
— Juan Pedro Lanzani: ¿Aceptas como esposa a Mariana Esposito Talarico, para amarlo y respetarlo todos los días de tu vida hasta que la muerte los separe?
— Acepto.
— Sí no hay nadie que sea un impedimento para que estas dos personas se una, que hable ahora. — suspiro de alivio al ver que no hay nadie. — los declaro marido y mujer, puede besar a la novia.
— Con gusto.
Peter acerca y nos damos un beso lleno de amor. Todos aplauden y yo solo estoy feliz de que por fin mi amor con Peter se lograra. De pronto siento un liquido que comienza a caer aprieto el brazo de Peter y lo miro sorprendida.
— ¿Qué pasa?
— Ya..... Viene... — susurro.
El me mira en estado de shock. No puede pasar ahora estaba todo planeado, nos casaríamos primero y íbamos a dejar la luna de miel hasta que nuestro hijo naciera...... Todavía falta... No puede nacer ahora....
— Peter..... — siseo...
— ¿Qué ocurre? ¿Lali te sientes bien?
— Euge... Ya.... Viene... — jadeo. — el bebé.... ¡Ay! — doy un grito cuando un dolor fuerte me viene.
Eso hace que todos se acerquen preocupados a mi. El tonto de mi ahora marido no reacciona.
— ¡Callen todos! — grita Euge. — acá la novia ya va tener a su bebé y el novio esta como boludo sin reaccionar, ahora todos guarden la calma y llevemos a Lali al hospital.
— Ya llamé a la doctora. Dice que va tener todo listo. — mi padre dice acercándose a mi asustado.
— Okay. ¿Lali puedes caminar?
— Sí......
— Señor lleve a Lali al auto mientras hago reaccionar a mi hermano.
Suelto a mi Peter y comienzo a caminar con ayuda de mi padre. Miro para atrás y veo como Euge le da una cachetada a Peter, hago una mueca de dolor.
— Vamos reacciona, tu hijo ya viene al mundo.
Peter logra volver y corre hacia mi. Sonrió para darle a entender que estoy bien. Subimos al auto y hago las respiraciones que me mostraron. El dolor es cada vez mas fuerte y ya no aguanto más.
Peter.
Soy un boludo de haber entrado en shock. Me duele ver a Lali sufrir y no poder hacer nada.
Cuando por fin llegamos al hospital, llevan a Lali a una sala y yo voy con ella, pero antes me preparan. La doctora la revisa y nos da una sonrisa.
— Parece que ya este pequeño quiere salir al mundo. ¿Estás lista Lali?
— No....
— Es natural. Lali cuando te diga puja lo haces. — miro todo muy nervioso. — puja.
Lali da un grito y comienza hacerlo, miro todos sorprendido y con miedo. Me acerco a ella y la tomo de una mano, cada vez que la doctora dice que puje; Lali lo hace. De pronto escucho un llanto y mis lágrimas salen de alegría. Mi pequeño ya vino al mundo.
— Felicidades padres, tiene un hermoso varón y muy sano.
Todas las dudas y miedos se disipan al ver a mi hijo, sano y salvo. La doctora se lo da a una enfermera que lo limpie y después me lo entrega.
— Mira amor nuestro hijo..... — se lo doy.
— Es...., es... Hermoso.
— Como vos.
— ¿Cómo se llamará?
Miro a Lali y ella sonríe.
— Se llamará: Ezequiel Lanzani Esposito. Como mi abuelo. — digo emocionado.
— Bienvenido al mundo Ezequiel. — mi amor le da un beso en la frente.
— Gracias mi amor, gracias por aparecer de nuevo en mi vida y hacerme entender que el amor es real, gracias por darme a nuestro hijo y tenerte a vos en mi vida.
— Yo soy la que lo agradece.... Por fin sé que el amor existe y logré encontrarte de nuevo, ahora sé que ya no debo preocuparme por equivocarme porque ya elegí correctamente.
— Te amo, hoy, mañana y siempre. — digo dándole un beso.
— Te amo, hoy, Mañana y siempre. — repite llena de amor.
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Laberinto de amor.
Fiksi PenggemarComo en un laberinto, entramos y buscamos desesperados la salida. Pensamos que es un camino para salir y no, llegamos y solo es una pared con la que topamos.