Laberinto de amor.

Capitulo 48

La tranquilidad de este lugar me ayuda tanto. Toco mi barriga y saber que ya poco entraré a los cinco meses y que Peter no ha dado señal de vida, siento que cometí un error alejarlo de mí.

Estos meses que él no ha estado, lo he extrañado tanto. Apoyándome en el balcón, miro hacia el paisaje; fui una idiota hice lo mismo que él hizo conmigo y no a conciencia, yo lo alejé. Desde aquel vez que Euge me contó que él se fue, no hay día que no me arrepienta, ella no me ha vuelto a decir nada de Peter, es cómo que quiere no verme sufrir.

— Lali, hija.

Giro y Ale me mira con tristeza.

— ¿Que pasa? — me limpio algunas lágrimas.   

— Hija no puede seguir de esa manera no le hace bien al bebé. — me toma de las manos. — Tu padre y yo nos sentimos mal de verte así. Él está intentando contactar a Peter, pero sin éxito.

—  Ay Ale... Siento que cometí el error más grande de mi vida. No debí decirle que se alejara de mí y ahora que no lo tengo, estoy sufriendo. — rompo en llanto.

— Yo sé que él va volver solo ten paciencia.

— Puede que vuelva, pero dudo que quiera volver a tener algo conmigo.

— Nunca se sabe. Ahora vamos a traer tu vestido para la fiesta.

— Ni para fiestas, estoy, pero sé que es algo importante para ti y para papá.   

— Me da gusto. Tu padre quiere que todos sepan que tiene una hermosa hija, vamos.

Salimos de mi cuarto, bajamos las escaleras y tras salir de la casa; subimos al auto. Ella empieza a conducir hasta que llegamos a la boutique es un lugar muy reconocido.

Ale y su amiga me muestra algunos vestidos para que me pruebe a nomas

Me los empiezo a probar hasta que me decido por uno. Ale se emociona, ella le encanta comprarme ropa y otras cosas le gusta comportarse como una madre para mi. Con ella aprendí como se siente tener una. Miro mi celular y solo mensajes de Juli para decirme que todo va bien en nuestro negocio, últimamente tenemos más clientes de lo habituales, pero con lo de mi embarazo preferí mejor alejarme para estar sin estrés.

— Lali.

— ¿Sí? — levanto la vista del celular.

— No quiero que te enojes.

— ¿Qué ocurre, no me asuste? 

— Un socio de tu padre.... Quiere conocerte.

— No entiendo. Sé que la fiesta van a ir algunos amigos para que pueden conocerme.

— Es que ese no es el punto. Mira hija sé que te vas a enojar, pero tu padre no le gusta verte sufrir y quiere que conozca a ese muchacho para ver si....

— ¡¿Qué?! Espera...., entendí mal o no sé. ¿Mi padre quiere que me empareje con alguien?

— Hija, tu padre no quiere verte sufrir por Peter, piensa que si conoces algún muchacho tal vez vos lo olvides.

— ¿Sabes cuántos hombres conocí en mi vida? Ninguno de ellos lograron quitarme de la mente al hombre que yo amo, más bien sufrí como no te lo imaginas. No quiero que ni vos, ni mi padre se metan en mi vida. — estoy tan molesta que si fuera posible, me saldría humo por los oídos.

— Lo sabemos, por eso te lo estoy diciendo. Para que no te sientas incomoda.

— ¡Por Dios!

Me tapo la cara con mis manos. Comprendo que mi padre solo quiere verme feliz, las cosas no son así. No puede querer que yo intente unirme a alguien, solo con conocer a esa persona no va borrar el amor que siento y sentiré por Peter, si yo supiera dónde está no dudaría e iría a buscarlo y decirle cuanto lo amo.
Pero no lo sé y sólo me toca esperar hasta que él vuelva y el miedo que tengo es que me haya olvidado.