Laberinto de amor.

Capitulo 37.

Peter.

No soporto la cabeza. Gastón me ha jodido con sus reclamos. ¿Por qué no puede ver que clase de mujer es Lali? «Porque tú solo ves lo malo.» Yo no veo nada, ella es la que debe pagar. «en vez de querer vengarte, deberías ser feliz con ella.» Ella es una doble cara y debe...., ¿pero si estoy equivocado? Si Lali es inocente y aunque no lo fuera. Todos podemos cambiar.

— Amo a Lali, pero me cuesta perdonar. 

Dejando unos papeles aún lado me levanto y camino hacia la salida. Tal vez debería dejar esta estúpida venganza y ser feliz con ella. 

— Hola mi amor. — Megan me toma desprevenido y me besa.

— ¿Pero que haces? — la alejo de mí.

— Peter no actúes conmigo ya se la verdad. Sé que me amas y solo quieres vengarte de ella.

— ¿Qué? Megan no se de que estás hablando.

— Te escuché a ti y a Gastón hablar, qué estás con esa para vengarte.

— Megan no.... Lo que dije es..... Mira Megan, no te amo y sí dije eso, pero es porque yo se lo iba a decir a Lali. Yo la amo a ella y me di cuenta que no quiero seguir con esta estúpida venganza.

— ¿No me amas?

— No. Lo siento. — me aparto y camino hacia el ascensor.

Entro y la escucho decir:

— Puede que yo no te tenga. — giro a verla —, pero vos no la tendrás a ella. ¿Te digo la razón? Vino a verte y escuchó tu plan. — me sonríe. — Dudo que quiera estar con vos ahora que sabe la verdad.

Las puertas se cierran y yo me tambaleo hacia atrás. 

No...., no puede ser. Lali no....

Saco mi celular y marco al número de la casa.

— ¿Residencia Lanzani?

—Francisca, pásame a Lali.

— Señor su prometida no esta aquí, ella...., ella fue a verlo.

— ¿Anda con chofer?

— No señor.... La señorita prefirió ir en taxi para sorprenderlo. ¿Ocurre algo?

Le cancelo sin responderle y le marco a Lali. Pero me tira al buzón de voz. Mierda esto no puede estar pasando. El ascensor se abre y salgo corriendo a la salida.  Subo a mi auto y conduzco hacia su departamento. Al llegar, abro la puerta ya que hice una copia, pero al revisar todo el lugar. Ella no está.

— ¿Dónde fuiste Lali?

Le llamo a mi hermana y nada no está con ella. También hablo con la amiga y es lo mismo. Lali no está con ninguna. ¿Dónde está?

Llego a mi casa con la esperanza que ella ya esté, pero no está. Sus cosas siguen en su lugar y sé que ella va venir en cualquier monumento. Me siento en la orilla de la cama con una botella de alcohol y la espero. Tomo, tomo y nada que ella aparece.

Al ver que la puerta se abre me emociono, pero la emoción se va al ver que se trata de Francisca.

— Señor debe acostarse. Ya es tarde.....

— No.... Ella... Debe...

— Señor debe acostarse está muy tomado.

—  ¡Qué no! ¡Vete y déjame en paz!

Ella sale del cuarto y yo me llevo la botella a la boca y tomo un gran trago. Las horas pasan y me siento cada vez más borracho... Lali no ha vuelto y sé que no va volver....

.......

— Señor..... — alguien me está moviendo.

— Mmmmm — Abro mis ojos y los vuelvo a cerrar. Tengo un gran dolor de cabeza.

— Señor le traje café.

— ¿Qué hora son María? — me levanto y todo me da vuelta.

— Son las nueve de la mañana señor.

— Lali.... ¿Ella ha vuelto?

— La señorita.... No volvió ayer ni ha aparecido.

— No puede ser.... Dame mi celular.

Ella me lo entrega y le marco a un amigo.

— Sandro soy.., soy Peter necesito que me ayudes a localizar alguien. Te voy a pasar los datos por mensaje.... Por favor confió en ti.

Cancelo y dejo el café aun lado. Lali no puede desaparecer. Me levanto y reviso sus cosas tal vez encuentro algo. Veo un sobre con el nombre de una clínica; al tomarlo y leerlo siento que todo me da vuelta. Me tambaleo hacia atrás y mi corazón comienza a latir rápidamente.

— Lali....., Lali está embarazada.....