Intento calmarme. ¿Tal vez Peter no pudo dormir conmigo por tanto trabajo? Sí eso es..... Estamos los dos bien y no tenemos problemas.
Mirando mi anillo sonrió a media. Si acepté casarme con él es porque confío y sé que no hay nada malo. Sacando una muda de ropa, me meto al baño y me doy una ducha rápida. Me seco el pelo, me pongo la ropa. Salgo del cuarto y bajando las escalera, salgo de la casa y le pido al chofer que me lleve a la empresa, quiero saber si Peter está bien.
Cuando llegamos, le pido a la recepcionista que me deje pasar, pero ella se niega. ¡Maldita!
— Mira te lo digo de buena manera. Abre el ascensor y me dejes entrar.
— Lo siento, pero no. Sin cita no puedo.
— Ya sé. Pero es importante lo que quiero hablar con el dueño.
No quiero decir que soy la prometida de Peter. No quiero dar ese dato. Ella sigue negando y yo me pongo más molesta.
— Déjela entrar. — escucho que alguien dice.
Me volteo a ver y un rubio ojos verdes, él me mira con una sonrisa muy linda.
— Señor Dalmau... Ella no tiene cita. — se justifica la chica.
— Ya dije que lo se. Es importante que hable con Peter....
— ¿Lo conoces? — él me pregunta.
— Sí.
— ¿Qué eres de Peter?
— Disculpe, pero no lo conozco para decirle que soy de Peter.
— Lo siento. — pide disculpa sin dejar de sonreír. — Soy Gaston Dalmau.
— Encantada. Soy Mariana Esposito, pero me puedes decir: Lali.
— Lindo nombre, Lali. — deja de verme y vuelve su atención a la recepcionista. — abra el ascensor.
— Está bien señor.....
— Venga conmigo señorita.
Le doy una sonrisa de agradecimiento. Entramos al ascensor y ninguno dice nada. La puerta se abre y me envuelvo a verlo.
— Muchas gracias por ayudarme a subir. — río. — creo que esa recepcionista no le caigo muy bien.
— Ella es así. Fue un gusto conocerte Lali, espero que lo podamos volver a ver a pronto.
— Lo mismo digo.
Me despido y voy hacia la oficina. A medida que voy caminando todos me ven. No comprendo por cual causa. A medida que voy llegando, de pronto se me cruza Megan. Que suerte tengo.
— Vaya que eres una sinvergüenza. — me mira cruzada de brazos.
— Mira no quiero problemas. — intento pasar de ella, pero por lo visto no quiere dejar irme tan fácilmente.
— Crees que porque te metiste entre Peter y yo, vas a ser feliz con él. Estás muy equivocada niña. Sólo sos la perra con quién se está metiendo ahora, después de que se aburra de ti te va botar como la basura que sos.
La miro, la miro. Quiero agarrarla de los pelos y darle unos cuantos golpes, pero me contengo. No puedo actuar de esa forma, así que mejor le doy mi mayor sonrisa y le muestro mi mano con el anillo.
— ¿Sabes qué es? — pregunto y ella me mira sorprendida.
— No puede ser....
— Pues sí. Es un anillo de compromiso y si Peter me quisiera tirar como la basura que soy, no me hubiera pedido matrimonio. Mejor deja de rebajarte y buscar problemas. Peter nunca fue tuyo y ni lo será. ¿Sabes por qué? Por una sola razón: amor. A pesar de todo el amor entre él y yo nunca se apagó y al vernos ese amor volvió a surgir. Te pido un favor. No te metas conmigo porque la próxima te voy a tomar de tus pelos pintados y te voy hacerme respetar.
Dicho eso. La aparto de mi y camino hacia la oficina de Peter. Al llegar lo veo hablando con su secretaria, al verme se sorprende.
— ¿Qué haces aquí Lali?
— Vine a verte. Quiero hablar contigo.
Asiente y vuelve su mirada a su secretaria.
— No me pases llamadas, ni que nadie me moleste.
— Sí señor.
— Vamos.
Abre la puerta y entramos. La dos veces que estuve aquí no fue bonita. Ahora estoy como la prometida y no la repartidora o la amante.
— Bueno, ¿dime que haces aquí?
— Yo....
No me deja hablar ya que se lanza a besarme. Sus beso me hacen olvidar, me vuelven loca y creo que a él le pasa lo mismo.
— Dios... Estás hermosa. — me dice entre beso.
Quiero contestarle, pero él no deja de besarme. Me carga y me sube arriba de la mesa del escritorio. Todo se me olvida al sentir sus caricias en mi. Me apoyo con las manos y lo miro con deseo.
Peter me sube el vestido y bajándome la bragas, comienza masturbarme. Me arqueo dando un jadeo. Con la otra mano me baja el tirante de mi vestido y baja la copa del sujetador. Baja su cabeza y se meto uno de mis pechos a su boca. Siento que estoy apunto de llegar... Al ver que mi clímax se aproxima deja de tocarme.
— Peter.... — reniego frustrada.
Me mira con una sonrisa pícara y siento que entra en mi de una. Gimo sorprendida ya que ni cuenta que él se haya bajado todo.
Lo envuelvo con mis piernas y él comienza a entrar a salir de mi. Gimo sin importar que me escuchen, no puedo evitarlo. Peter me penetra rápido y rítmica mente y yo lo acompaño con los movimientos.
— Oh.... Peter...sí....mmmm
—Me vuelves loco..... Me haces olvidar... De.. Todo.
Su penetraciones se hacen mas rápida y no me queda de otra que agarrarme bien del borde de la mesa. Comienzo a sentir los principios de mi orgasmo y le pido a gritos que vaya mas rápido. Peter me da lo que pido y llego a un clímax arrollador que me deja sin sentido. Él se sigue moviendo y yo le siento vaciarse en mi.
Los dos nos quedamos sin movernos con la respiración agitada y con nuestra frente en sudor. Ninguno de nos dos habla ni se atreve a decir nada. Después de un rato que nuestra respiración se regula, Peter sale de mi y me ayuda a levantarme.
Me lleva su baño privado y me pasa papel para limpiarme.— Haces cometer locuras. — lo oigo decir.
— Lo mismo digo... — le sonrió.
— ¿Para que viniste? Para esto no creo.
Me sonrojo y niego.
— Vine a saber porque no dormiste conmigo......
Sus ojos se oscurecen y siento que dije algo que no debía decir y que acabo de abrir algo que no debía haber abierto.

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Laberinto de amor.
FanfictionComo en un laberinto, entramos y buscamos desesperados la salida. Pensamos que es un camino para salir y no, llegamos y solo es una pared con la que topamos.