Al día siguiente: llego a la empresa y pedí a mi secretaria que se comunicara con Santiago, pero parece que se tomó unos días de descanso con su mujer. No sé cómo haré, pero necesito tener una muestra de él, para mandarla al laboratorio. Saco mi agenda y busco su número; le marco hasta que escucho su voz.
— ¿Qué pasa Lanzani? — me contesta de una manera brusca.
— ¿Pasa algo?
— ¿Qué iba a pasar?
— Es que siento que estás molesto. Perdona si acabo de interrumpir algo.
— No pasa nada. Dime que deseas.
— Necesito que nos reunamos, debo mostrarte algo.
— No sé si sabe, pero me tomé unos días.
— Lo sé...., pero.... Es urgente. No vamos a tardar, dime dónde te encuentras y yo voy.
— No, no. Yo iré a tu empresa. No es necesario que vengas. Por la tarde estaré contigo.
— Está bien, gracias.
Termino la llamada y suspiro aliviado. Hoy tendré la muestra de Santiago y así poder mandarla al laboratorio. Espero que sea cierto que Lali sea hija de él. No sé, siento que detrás de esa separación de padre e hija, la madre tiene algo que ver.
Para pasar la horas. Me pongo hacer algo de trabajo; también estuve intentado ver si Lali ya tiene activo su número, pero nada. Cada rato veo la hora y se me hace muy lento.
— Señor. Ya está aquí el señor Talarico.
— Hazlo pasar.
Me levanto y estoy nervioso espero poder tener la muestra y que Santiago no sé de cuenta.
— Ya estoy aquí Lanzani. Qué es lo que necesitas. — va al punto.
— Necesito que firmes estos contratos.
— ¿No pudiste esperar a que regresara?
— Te tomaste unos días, no sé cuándo ibas a regresar y los necesito para ya. — miento.
— Bien. — Se sienta y le pongo los papeles.
Espero que esté bien concentrado para acercarme. Lo hago poco a poco, acerco mi mano a su cabeza y tomo un hebra de su cabello rápida-mente. Santiago da un brinco, yo me alejo haciéndome el desentendido. Me mira con el ceno fruncido.
— ¿Pasó algo con el contrato?
— Em... No todo se ve en orden. — vuelve a la lectura y comienza a firmar. — Sí eso es todo, me retiro. — se levanta.
— Gracias por venir y lo siento haber hecho venirte.
Asiente y sale de la oficina. Suelto un suspiro de alivio, miro el mechón y lo pongo en una bolsa de plástico. Le marco a Sandro y el me contesta.
— Sandro tengo la muestra de cabello de Santiago.
— Genial, ¿tienes la de Lali contigo?
— Sí, un cabello que saqué de su cepillo.
— Eso es bueno. Tengo un amigo en un laboratorio que nos puede el hacer ADN y entregarlo hoy.
— Bien. Te voy mandar las muestras a tu despacho.
— Okay. Cuándo tenga los resultado te los iré a entregar.
Agradezco y termino la llamada y le entrego a mi secretaria las muestras para que las mande. Lo bueno que hoy sabré si Lali es hija o no de Santiago.
Llego a la casa y no he dejado de pensar si ya los resultados están listo. Cené y me fui directo al estudio. Me puse a verificar algunos contratos. La puerta se abre y me sorprendo al ver a Mia. ¿Por qué entra sin tocar?
— ¿Ocurre algo?
— Yo..... Peter no sé porque la quieres buscar, ella no te merece. Te deja y... Yo nunca te hubiera dejado. Olvídala, acá estoy yo. — la miro sorprendida.
¿Cuántas veces más tengo que tener esta conversación con esta mujer?
— Mia, tú y yo tuvimos esta conversación varias veces y mi respuesta siempre va ser la misma. Yo no te veo como mujer, creí que tus sentimientos habían cambiado, pero veo que no. Creo que lo mejor es que no sigas trabajando para mí.
— ¿Qué? ¡No! Por favor no... ¿Qué quieres que haga? Yo puedo entregarme a ti, darte lo que ella te da, yo... — me levanto rápido al verla que está a punto de sacarse la ropa.
Llego a ella y la detengo.
— No debes hacer esto. Mia, yo no te deseo como mujer, eres hermosa, pero yo amo a Lali y ella no me dejó, yo con mi estupidez hice que se fuera. Es a ella a quién yo amo y la voy hacer volver. Por favor toma tus cosas y tu pago lo va tener Francisca, pido disculpa por no evitar que esto volviera a pasar. Debí haber tomado esta decisión mucho tiempo antes.
Me alejo y me da tristeza ver como ella sale llorando. Llamo a Francisca y le entrego el dinero que le corresponde a Mia. Debí haber hecho que buscara trabajo en otro lado, yo mismo tuve la culpa que ella pensara lo que no era.
Voy a darme un baño para calmar mi estrés. Me intento relajar, pero es difícil, ya que lo único que deseo es encontrar a la mujer que amo con todo mi ser. Después del baño relajante decido bajar y miro a Sandro que viene entrando. Francisca se retira y él y yo vamos al despacho.
— ¿Qué cara amigo?
— Es la única que tengo, Sandro. ¿Ya tienes los resultados?
— Sí. Tardó, pero ya los tengo aquí. — saca el sobre y me lo entrega.
Comienzo a leerlo. Al terminar miro a Sandro sorprendido.
— Lali es hija de Santiago. ¡Joder! Santiago es el padre de Lali.
— Ya tenemos la prueba. Ahora te toca decirle al señor Talarico que es padre de la mujer que vos amas.
— ¡Joder! No sé si sentirme aliviado o preocupado. Cuando le diga a Santiago que Lali es su hija y que yo la lastimé me va matar.
— Ve haciendo tu testamento primero. — Se burla.
— No seas tarado. Ahora debo volver a llamarlo hacer otra cita espero que no me mande a la mierda.
«También espero que me ayude a encontrar a Lali.»
Eso es lo que más deseo que cuando le cuente todo, me ayude con Lali y no quiera que me aleje de ella. No podía soportar que me alejen de ella, ya suficiente lo que hice yo con mis estupideces.
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Laberinto de amor.
FanfictionComo en un laberinto, entramos y buscamos desesperados la salida. Pensamos que es un camino para salir y no, llegamos y solo es una pared con la que topamos.