Capitulo 6

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Vaya he dicho esa palabra dos veces en un día. Pero es que no puedo creer que lo este viendo de nuevo. Peter no para de verme a mi y a Carlos, con su semblante enojado. Trago saliva nerviosa; no se porque me pongo nerviosa o al sentirme como que hice algo malo y acabo de ser pillada.

— Lali. ¿Pasa algo? — pregunta preocupado y hasta ahora me doy cuenta que estaba iba en mi pensamientos.

— No, yo voy al baño ya regreso.

Asiente y corro rápido al baño. Entro y doy un suspiro largo.

— ¿Qué hace aquí? — abro la llave y dejo correr el agua y me echo en mi cara y cuello para refrescar.— ¡Dios! ¿Por qué me está siguiendo? — pregunto a mi reflejo y río de lo idiota que sonó.

Al tranquilizarme un poco. Decido salir; pero al hacerlo veo a Peter frente de mi y su semblante serio. «Que guapo es al estar así» ay Lali deja de pensar en eso.

— ¿Por qué me estas siguiendo? — lo encaro de una vez.

— Coincidencia. — responde de lo mas natural.

— No creo en la "coincidencias" ¿Cómo sabias que yo estaba aquí?  

— ¿Quieres saber? — le afirmo asistiendo. — Cómo te dije: te mandé a seguir.

— ¿Pero cual es el motivo? Creí que todo estaba claro entre tú y yo. No veo cual es tu empeño ahora en seguirme.

— ¿Quieres saberlo?

— Sí te lo pregunto es por algo.

— Bien. Ven conmigo y lo sabrás.

— No puedo irme contigo. Tengo a mi...... acompañante. — por un momento estuve tentada al decir novio. Pero no era justo para Carlos.

— ¿Quiere o no quieres saber por que te sigo?

— ¡Claro qué sí! Pero no puedes pedirme que deje a Carlos así cómo así.

— Es tu elección. Te estaré esperando afuera, en mi coche. si en media hora no sales, no vas a saber porque te mandé a seguir.

— ¿Estás loco? — se da la vuelta y comienza a caminar. — ¡Peter!

— Si en media hora no sales no lo sabrás. — repite nuevamente.

Desaparece dejándome con la boca abierta. Intento respirar normal mente, pero no puedo. Peter me mando a seguir y quiero saber pero no le voy a dar el gusto en obligarme a dejar a Carlos porque a él se le pegue la gana. «Pero quieres averiguar porque te sigue.» Si pero no voy a dejar a mi cita, por él. «Mueres por hacerlo. Vamos no pierdes nada.»

Miro la hora y decido salir. Me da vergüenza decirle que me voy a Carlos. Así qué le pedí al mesero que le dijera que tuve un problema urgente y tuve que irme. Lo sé, es muy cobarde irme de esa forma, pero no tuve cara en decirlo.

Al salir el aire fresco toca mi cara. Fijo mi vista en Peter; él esta apoyado en su coche y con los brazos cruzados al verme sonríe en una forma arrogante y lo odio por eso. Me acerco seria y cuando le iba decir algo, él se da vuelta y camina hacia el otro extremo y entra al coche.

— Vamos, entra.

Lo hago y cierro fuerte la puerta para molestarlo. Pero no dice nada, espera a que me ponga el cinturón y lo hago y comienza   conducir.

— ¿Dónde vamos? — le pregunto.

— A mi departamento.

— No pienso ir a tu departamento. Vamos a una cafetería o cualquier lugar publico, pero a tu departamento ¡ni loca!

— Lo que te voy a decir no quiero que nadie más lo escuche y quiero que estemos solos. 

— Pues vamos al mío.

— No. Por qué si no me equivoco tú no le dijiste a tu acompañante que te ibas y no quiero que llegue y nos interrumpa.

Me quedo callada al escuchar como acertó lo que hice y me pongo roja. En todo el camino ninguno dijo nada y mis nervios están muy elevados. Al llegar bajamos y me sorprendo del lugar. Peter aparca y salimos y caminamos hacia la entrada. El conserje lo saluda educadamente a los dos. Entramos al ascensor y llegamos al piso de él. Al entrar me sorprendo de lo grande que es. 

— Toma asiento. — dice serio y lo hago. — ¿algo de beber? — niego.

— Sólo quiero saber ¿por qué me mandaste a seguir?

— La repuesta es muy obvia. — Se sirve un poco de licor y se sienta en el sillón al frente mío. — Quería saber donde vivías.

— Pero ¿por qué? ¿Qué ganas con saberlo?

— Completar mi plan.

— ¿Qué? ¿Dé qué hablas?

— Hablo de que no pude vengarme de ti y por la forma tan humillante en que me dejaste por otro. Te burlaste de mi amor y cuando te aburriste me desechaste.

— ¡Yo no hice eso! — me defiendo. — Te dije mi razones  y  además ¿por qué ahora? Han pasado cuatro años.

— Pasa que no sabia algunas cosas y me enteré de una fuente muy cercana a ti como te burlaba de mí y cuando quise vengarme tu habías desaparecido y no tenía los recurso para buscarte ya que el dinero eran de mis padres y el tiempo pasó y decidí olvidarlo  pero al verte hoy de nuevo. Todo el odio volvió a surgir y mi deseo de vengarme, así que te mandé a seguir para saber donde vivías.

— ¡Pero te fuiste! Creí que lo habías entendido.

— Me fui para tranquilizarme y dejé a mi informante vigilando. Y vaya que no pierdes el tiempo en salir de fiesta ¿lo haces a menudo?

— No tengo porque contestar. ¿Y que quieres de mi? ¿Cuál es tu plan para vengarte?

— Quiero tenerte en mi cama. Mas específico quiero que seas mi amante.

Abro mi boca pero la vuelvo a cerrar y lo miro sorprendida. Peter me mira con una sonrisa perversa. «¿Su amante?»

Laberinto de amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora