Laberinto de amor.

Capitulo 45

Peter.

No aguanto más esto, he dado tiempo y no veo como lograr hablar con Lali.

La desesperación me tiene loco, saber que ella está embarazada. No soporto más, Santiago no me dice nada de ella y le di un tiempo, pero parece que él lo olvidó. Pues ya me cansé. Tomo mi celular y le marco a Sandro, él debe ayudarme.

— Sandro necesito que busque donde se queda Santiago y su mujer.

— ¿Peter, qué?

— Lo necesito. Lali está con ellos y ya no soporto estar alejado de ella necesito que me ayudes.

— Entiendo. Lo haré ahora.

— Gracias amigo, de verdad no aguanto estar alejado más de la mujer que amo.

Cancelo. Miro por la ventana, este tiempo mi vida ha sido tan solitario. Lali me hacia sentir feliz pero ahora sin ella ya nada es lo mismo. Mi vida sin ella, ya no es vida. La necesito, necesito abrazarla, besara y hacerle el amor.

— Peter.

Giro y me sorprendo. Ella está frente de mi, es como si fuera un sueño.

— Lali.... Vos...

— No quiero que hables, quiero que me escuches.... Mira Peter sé que tienes derecho como padre del bebé, pero estar acá fue muy difícil. Lo pensé mucho todo este tiempo, sabia que tenía que llegar esto. Lo que vos me hiciste no tiene perdón, lograste destruirme.... Debes sentirte feliz, lograste tu cometido, escucharte decir todo eso, me heriste. No pensé que tu plan era hacerme la mujer más feliz para después destruirme. — me duele ver como se limpia las lágrimas.

— Lali... Me equivoqué. No sabes lo basura que me siento, dejé que mi odio no viera la mujer que sos,  vos...., Yo.... Te juro que mi amor por vos era.... Es real, yo te amo Lali y sé que si hubiera llegado la boda yo no me hubiera atrevido a dejarte....

— Basta Peter... No te creo. Voy hacer mi vida, dejaré que veas a nuestro bebé, pero yo ya no quiero nada con vos. Voy a rehacer mi vida tal vez me costará encontrar al hombre que me haga sentir amor, pero sé que ese hombre está en algún lugar.

— ¡Ese hombre soy yo! — me levanto.

Me acerco a ella y la intento tocar. Da un paso atrás y niega.      
— No lo sos Peter..... No puedo volver a confiar en ti, lo siento, pero abrí mis ojos y vi el hombre que sos. No puedo perdonarte, lo lamento, pero yo no puedo, ni quiero. Espero que vos encuentres la mujer que te ayude a ser feliz, yo espero encontrar a un hombre que no juegue con mi amor. Te llamaré cualquier cosa que pase nuestro bebé.

— Lali no hagas esto... Dame una oportunidad.

— La oportunidad ya te la había dado y vos no lo supiste aprovechar.

— Lali.....

Ella niega y gira saliendo de la oficina. No la sigo; solo quedo paralizado en saber que la perdí, perdí el amor de mi vida.

Lali.

Sé fuerte, tengo que ser fuerte. No puede caer de nuevo ya mucho he sufrido debo valorarme más. Salgo de esa oficina y camino hacia el ascensor. No quiero verlo porque sé que puedo volver a caer.

Entro y sin levantar la vista, espero que el ascensor se cierre. Me apoyo en la pared y respiro agitada. Lo que acabo de hacer fue lo más duro que he hecho. Acabo de decirle a Peter, que no quiero nada con él, pensé que no iba a dolerme, pero duele, duele como el infierno.

Al salir de la empresa entro al auto y le pido al conductor que acelere. Ya no quiero seguir acá, apoyo mi cabeza en el vidrio de la ventana. Le dije a Peter que el hombre de mi vida esta en algún lado, pero es mentira ya que nunca lo pude olvidar y cuando lo volví a ver mi vida volvió a ser  feliz, ahora me siento como si estuviera en un hoyo y la única luz que me llena es mi bebé. Unas cuantas lágrimas empiezan a correr por mi mejillas y sé que acabo de decirle adiós al único amor de mi vida.