Capitulo 11

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Llegó hacia un pequeño parque y me siento en una de las bancas. Más lágrimas caen de mis ojos, Peter me trató como una cualquiera. Lo que odio es que cada caricias que me dio; yo lo disfruté, disfruté cada beso que él me proporcionó. Cierro mis ojos y todavía recuerdo como se siente su tacto en mi.

¿Por qué me hace esto? Aunque dije que sólo lo hago por mi amiga. La verdad que yo quería estar cerca de él. Pero me di cuenta que es un error y no sé si podré continuar con esto.

La vida es injusta mi único error fue alejarme de su vida para no sufrir. Pero con eso no gane nada, mi propia madre me jugó mal.

Me tapo mi cara con mis manos. Porque ya no puedo más, ya no más y eso que apenas hoy comenzó todo, la verdad que no podré soportar mas. Mi vida ha ido a un hoyo y el hombre que amé y siempre amaré me está matando. Lanzo un suspiro.

Debo hacer algo para demostrarle a Peter que no soy lo que él piensa. Debo hacerle ver la verdad. Siento mi celular sonar y no tengo ánimos de hablar con alguien, pero la curiosidad hace que lo tome y veo quien es. Me calmo un poco antes de Atender.

— Hola Carlos.

— Hola hermosa. Estuve esperando tu llamada. ¿Tan mal fue la cita que ya no quieres saber de mi? — Eso me hace reír y él se alegra a escucharme.

— Tengo unos problemas y no pude hablarte.

— Oh, pero que bueno que no es porque no quieres verme. Te llamaba para invitarte a salir, unos amigos van a hacer una fiesta hoy y pensé si quieres ir conmigo. — Fiesta, no creo que tenga ganas para esas cosas. Pero divertirme no me vendría mal. Pero no, no puedo. — ¿Todavía te encuentras Lali?

— Sí. Disculpa, sólo pensaba. Pero no puedo Carlos, estoy muy ocupada.

— ¿En verdad no puedes? — Por Peter, no puedo.

— No. Lo siento en verdad.

— Bueno, será en otra ocasión.

— Si.....

Cancelo la llamada. Estoy un rato mas en ese lugar. Ya calmada busco un taxi para irme a mi departamento. Necesito darme un baño y dormir, dormir mucho.

Cuando por fin llego a mi departamento. Voy directo a mi cuarto, me desprendo mi ropa quedando completamente desnuda. Voy al baño y abro la llave de la ducha, regulo el agua a que quede tibia.

Entro y dejo que el agua me empape toda. Tomo el jabón; comienzo a esparcí por todo mi cuerpo para poder borrar las caricia de Peter, pero sé que nunca va pasar. Él está metido muy dentro de mi.

Al terminar de bañarme en envuelvo en una toalla y salgo del baño. Me veo en el espejo y al cerrar mis ojos recuerdo cada cosa que Peter, le hizo a mi cuerpo y doy un gemido involuntario. Abro mis ojos y estoy sonrojada y excitada a la vez. ¡Rayo! No puedo seguir así. Saco mi ropa interior y me la ponga de mal modo. Miro mi reflejo molesta.

— Soy una idiota. Te trató con puta barata y te excitas al solo recordar como te ha tocado. — me reprocho a mi misma. — ¡Idiota! ¡Idiota es lo que soy! No puedo dejar que mis sentimientos siga fluyendo. Él sólo me quiere para poder satisfacer sus deseos, no los míos. Esto es solo una venganza y hasta que él se sienta conforme, me dejará ir. ¿Pero cuando? Hasta que mi dignidad y mi orgullo quede destrozado. Cuando sólo sea un manojo de mujer.

Camino hacia mi cama y me acuesto en ella. Abrazo mi almohada y cierro mis ojos y quedo dormida.

»»»

Un sonido me hace despertarme y veo que es el sonido de mi celular. Deja de sonar, Lo tomo y veo que hay como 15 llamada perdidas y nada menos que de Peter. Arrugo mi frente. vuelve a sonar y doy un salgo de susto.

«¿Por qué tanta insistencia?»

decido contestar, pero me arrepiento en el momento en que él me grita.

— ¡¿Dónde mierdas te has metido?! ¡¿Por qué rayos no me contesta las llamadas?!

— Te pediré el favor que no me grites. Para tus preguntas, estoy en mi departamento y estaba dormida.

— ¿Por qué no dejaste que mi chofer te llevará? — me dice ya calmado.

— No sabia que era obligatorio ser traída por tu chofer. Yo sólo creí que me llevaba a ti para que utilizaras mi cuerpo. — digo sarcásticamente — mira, Peter no estoy de ánimos para tener una discusión. ¿O quiere qué vuelva a ir ya que te dio ganas de volver a utilizar mi cuerpo?

— Lali.... — Sisea entre diente.

— ¿Por qué le das tantas vueltas? No me pusiste claro que solo soy tu puta para así tener tu adorada venganza. — Intento controlarme para no soltar un sollozo.

— Mañana quiero verte.

— ¿En tu departamento cómo hoy? ¿Tienes otro conjunto esperando a que me lo ponga? — vuelvo a decir sarcástica.

— En mi departamento no, en mi oficina. Quiero que estés a las nueve.

Corta y una lágrima cae otra vez. Odio esto, lo odio. Lloro sin parar, mañana debo hablar con él y debo hacerle entrar razón. No puedo seguir con algo que hace que mi orgullo sea pisoteado.

Laberinto de amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora