Laberinto de amor.

Capitulo 47

Peter me está haciendo difícil lograr que lo olvide, no deja de insistir cada vez que llego al local y entro a mi oficina; encuentro un ramo de flores en mi escritorio con notas donde él me pide perdón.

No niego que necesito ir y decirle que yo también lo amo, me da miedo que vuelva hacerme daño y volver a lo mismo.

Termino de atender a unos clientes y pongo algunos adornos en los estante. Me alegra que ahora que trasladamos la tienda, vienen más personas nuevas.

— Oye, Lali. — miro a Juli. — te buscan afuera.

Mi frente se arruga. ¿Quién será? Salgo y suelto un suspiro cansado al ver a Peter.

— ¿Qué quieres Peter? — me cruzo de brazos.

— No quise acercarme a ti para darte tiempo. — me mira y sonríe. — ya se te nota algo la pancita. — me da ternura ver el brillo en sus ojos.

— Dime que quieres. Debo volver ayudar a Juli. — intento hacerme la fuerte para no caer.

— Lali.... De verdad me siento muy mal de haberte lastimado, yo te amo y sin vos mi vida no tiene sentido. Sabes que no soy de los que se humillan. Por ti lo haré, si quieres me pongo de rodillas y grito a todos lo que pasen para que escuchen que te necesito, que me siento el hombre mas idiota del mundo por haberte lastimado. — veo como empieza a caer de rodillas.

— ¡Peter, no! — lo detengo. — No hagas esto. Peter entiende son muchas cosas que pasaron yo no me siento bien. Necesito tiempo para poder curar mis heridas, me lastimaste mucho y superarlo no es fácil para mí.

— ¿Cuánto tiempo debo esperar? Ya esperé tanto Lali, ya no sé si pueda soportar estar lejos de vos.

— No lo sé. Solo por favor ya no insista más, deja de mandarme flores, deja que pueda seguir con mi vida tranquilamente.

Girando, vuelvo a entrar. Juli me mira y al verme hace una mueca.

— Sigues sin perdonarlo.  

— No quiero hablar Juli, yo necesito estar alejada.

— Cómo quieras. Llamé al lugar que hacen los delfines con el corazón en medio.

— ¿Qué te dijeron, van a mandar los pedimos que ordenamos?

— Sí, pasado mañana viene. Acá está la lista de las personas que ordenaron. — me da la lista. La mira sorprendida.

— ¿Tanta?

— Sí, son varios que les gustó.

— Bueno, ¿qué más falta?

— Pedí mas tulipanes y orquídeas.

— Bueno. Iré a revisar las cuentas y ver como vamos.

— Dale. Voy a ordenar el almuerzo ¿que quiere comer?

— Comida china, tengo unos antojos grande de eso.

— Dale yo ordeno.

Me voy a mi oficina, me siento y me acerco al arreglo que Peter me mandó. Quizás no debí decirle que no...... Ya ni sé que quiero.

***
Al día siguiente:

Me siento un poco triste ya que esta vez Peter no me mandó ningún arreglo. Creo que esta vez comprendió lo que quería...., pero... ¿Por qué no me siento bien? Yo deseaba esto...., ¿por qué no puedo entenderme?

Me siento y miro cada una de los arreglos, algunos se están secando...... Escucho que tocan la puerta y sonrío al ver a la otra persona.

— ¿Puedo pasar?

— Claro, pasa Euge. Me alegra volver a verte. — me levanto y la abrazo feliz.

— Sos tan mala. No me llamaste ni nada, tengo que venir yo a verte para que nos veamos.

— Lo siento. Han pasado muchas cosas y vos lo sabes...

— Lo sé, Peter fue un idiota. Lali, él te ama. Está sufriendo por ti... No vas a negar que ha hecho todo para que vos lo perdones.

— Euge, es muy fuerte todo. De verdad lo intento, pero solo recuerdo ese día cuando lo escuché lo que tenía planeado me duele.

— Peter se fue. — mi corazón se paraliza al escuchar eso.

— ¿Qué?

— Ayer me llamó para decirme que se iba a ir para poner distancia, que no podía estar en el mismo lugar que vos y no poder acercarse a ti. Que era mejor poner tierra de por medio; y que cuando sienta que puede seguir con su vida, volvería.

— Se fue.....

Miro hacia la flores mis lágrimas comienzan a caer a causa del dolor que siento ahora. Decidió irse sin decir nada, sólo se fue y ya. «Tú quisiste que eso pasara» me mareo un poco y Euge me ayuda a sentarme. Se fue.... Peter se fue.....