Laberinto de amor.

Capitulo 16.

Ya calmada, volví adentro y Juli me mirada como queriéndome interrogar, pero no me dice nada y es lo mejor. Termino ese arreglo aunque me muera de celos lo hago. Juli me deja sola ya que ella fue entregar lo bueno que no me lo pidió a mi. Me bastó con hacerlo para ir a entregárselo a la prometida.

Pongo unos cuantos adornos en la estantería. Escucho como suena esa estúpida campaña y entra una clienta.

— ¿Bienvenida en que le puedo ayudar?  

— Hola, quiero el adorno de delfines, ese de cristal.

Asiento y voy por el adorno y lo comienzo a envolver, se lo entrego y pongo el dinero en la caja.

Todo el día no recibí ni una llamada de él y aunque fue lo mejor me duele. ¿Tal vez no quiere que lo acompañe? Bueno seria lo mejor.

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Los días pasan y no se nada de él no me ha vuelto a llamar. Tuve tentación de hacerlo yo, pero me controle. Mi madre ha estado actuando como la mejor madre, pero sé que se trae algo de por medio.

Mañana será sábado y si no recibo ninguna llamada de él. Sabré que se olvidó de la tontería de acompañarlo.

— Has estado muy ausente estos días. — dice comiendo un chocolate.

— Nada que ver. Yo estoy de lo mejor, sólo estoy cansada. Con lo de madre en mi departamento no me gusta nada. Pienso y pienso  pero nada se me ocurre. — Por lo menos es parte de la verdad.

— hummm, tienes razón. ¿No ha dado algún signo de que trama algo?

— La verdad no. Está actuando normal.

Siento mi celular vibrar y lo saco. Miro que se trata de un mensaje de Peter. Ya me extrañaba yo, que no se comunicaba conmigo. Lo leo y arrugo mi frente. Yo creyendo que me iba a dejar tranquila y en el mensaje me dice que prepare mi maleta y me vaya hoy a su departamento. No le contesto, él ya sabe que lo leí.

— Amiga yo no voy a venir a trabajar estos días, bueno la verdad no sé hasta cuando.

— ¿Dé qué hablas?

— Voy a salir de viaje, no me preguntes por favor. Si me quieres despedir lo comprendo.

— Sabes que yo nunca haría algo así. No sé lo que pasa, pero si es importante, está bien, tu trabajo estará aquí siempre.

— Gracias amiga.

Seguimos con nuestro trabajo. Cuando termina el día, nos despedimos y voy a mi departamento para arreglar mis maletas.

Entro y veo a mi madre comiendo. Solo la saludo y voy a mi cuarto para preparar todo e irme.

— ¿Por qué haces tu maleta? — entra cuando estoy metiendo mi ropa.

— Me iré de viaje, no sé cuando vuelva.

— ¿Irte con quién?

— No me preguntes.  — Cierro la maleta. — Te voy a dejar dinero para las provisiones. Yo te voy hablar para saber como estás.

— Esta bien. Ten cuidado.

Asiento y me despido. Estoy tentada a desaparecer de aquí y dejar a Peter, pero una parte de mi me dice; que si no voy a ese viaje me voy arrepentir, puede que en este viaje cambie todo y Peter y yo estemos bien. Pero yo debo proponer a demostrarle que no soy culpable de nada y averiguar quién le metió tantas intriga hacia mi.