Capitulo 43

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Lo miro extrañada entre sorprendida. ¿Mi padre? Esto debe ser una broma de muy mal gusto. No sé si llorar o reír.

— Es broma ¿no?

— Lali..... — guarda silencio mientras mira el suelo. — Sí, es broma, yo... Solo....

— Con eso no se juega. — me levanto molesta. — No se juega con algo así.

— Lo sé, sólo quería ver si en verdad te importaba.... Yo lo lamento fue mal haber dicho eso.

Me calmo un poco y asiento.

— No se preocupe, pero... No lo vuelva hacer, no es lindo escuchar esas cosas.

— Sí... Lo siento, pero....

— ¿Podemos dejar el asunto de mi padre biológico por terminado?

— Sí, claro.

Me extraña que el señor Santiago me haya dicho algo así y verlo tan distraído; solo por hablar de mi padre. Me levanto dejándolo solo, ya que creo que lo necesita. Camino de vuelta a la cocina y sigo ayudando a Ale.

— ¿Qué hablaron?

— Pues de mi padre biológico. No hablamos mucho, sólo me preguntó si quería saber su paradero y la verdad no quiero. Aunque me molestó su broma.

Comienzo a cortar la torta.

— ¿Santi te preguntó eso? — asiento — ¿Qué clase de broma te hizo?

— Em... Sí. Yo le dije que no quiero saber nada de ese señor. No vale la pena buscarlo cuando no estuvo conmigo, ni me quiso. Y él se sobresalto diciendo que él es mi padre, pero lo dijo para que yo cambiara de opinión.

— Entiendo. Es fuerte que tu madre te haya engañado y todo eso, ¿pero no crees que seria bueno que intentarás averiguar el paradero de él? Y la verdad Santi hizo mal en decirte eso.

— Ale no quiero, no quiero saber nada de él, no quiero saber su nombre nada. Para mi es un tema cerrado, como el tema con Peter. La verdad no quiero saber de ninguno de ellos, no quiero saber del hombre que no me quiso como hija, ni tampoco saber del hombre que rompió mi corazón. Ya ellos dos son un tema cerrado.

Pongo los pedazos en cada plato. La verdad siento que soy injusta con lo que digo; Sólo no quiero saber de ellos, no quiero saber de un padre que no me quiso, ni de un hombre que jugó con mis sentimientos. Estoy cansada de ser la que sufre. La que sufrió por una madre que no la quiso, la que sufrió con saber que el padre que creía no era mi padre, cansada de creer en el amor que no vale. Ahora solo quiero pensar en mi bebé y solo seremos nosotros dos, nadie más.

.....

En toda la comida el señor Santiago no ha pronunciado ni una sola palabra. Está ausente, me extraña ya que él siempre es tan parlanchín. 

— Santiago ¿te encuentras bien? 
— Sí amor. Solo pienso.

— Esta muy pensativo hoy. — digo.

Él baja la mirada y vuelve a quedar pensativo. ¿pasará algo malo?

— Permiso, tengo cosas que hacer.

Se levanta y sale rápidamente del comedor. Ale y yo no quedamos viendo sorprendida. Ella se levanta y dice:

— Voy a ir con él. Creo que algo le ocurre.

Asiento. Ella se va atrás del señor Santiago. Bueno me quedo yo sola. Me levanto llevando los platos a la cocina, lo pongo en el lavador y salgo al patio. Camino hacia la piscina y me meto mi pies en el agua. Odio sentirme tan vacía, odio necesitar a Peter, pero saber que él no me necesita a mí. ¿Por qué debemos sufrir por amor? Siempre es lo mismo; sufrimos lloramos y encontramos a alguien más, pero nadie ve que al hacer eso duele ya que una pone todo por sacar adelante una relación, pero para otros no valen nada.

Laberinto de amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora