Capitulo 34.

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Otro día mas y no me siento muy bien. Me duele la cabeza y tengo el estómago revuelto, no tengo ganas de levantarme y ni quiero comer nada. Creo que si me levanto de la cama voy a vomitar, tal vez fue por todo lo que me comí ayer.

- Buen día señorita. - María entra y abre las cortinas.

- María cierra las cortinas por favor. - me tapo para cubrirme.

- ¿Sé siente bien?

- No María, creo que me he intoxicado. Me da vuelta todo.

- Señorita voy a ir a buscar a Francisca, ella sabe de esto.

Quise decirle que no, pero ya había salido del cuarto. Repito: no me hubiera comido todo lo que me comí ayer, ahora mi cuerpo me está pasando factura. Escucho la puerta abrirse y la vos de Francisca.

- Me dijo María que se sienta mal. ¿Qué es lo que siente?

- No..... Sé. - me descubro la cara. - todo me da vuelta, tengo una tremenda ganas de vomitar... Creo que lo que comí ayer me hizo mal.

- O puede ser otra cosa. - me sonríe.

Arrugo la frente.

- ¿Otra cosa? No, no, no. Francisca yo.... - de pronto recuerdo.

¡Mierda! Me levanto y un poco mareada veo el calendario. ¡Santísima Virgen! No pude haberme olvidado. Tengo un gran retraso, pero yo he tomado la.... Que tonta soy... He olvidado tomarme las pastillas desde París..... Ay Lali, cómo pudiste ser tan idiota.

- ¿Tengo razón? - me mira con dulzura.

- Francisca ¿qué voy hacer? - sollozo.

- No se preocupe. - me toma de las manos. - va hacer algo ahorita, irá al medico, se hará una prueba y ve que pasa. Puede que sea un atraso normal.

- No Francisca, yo soy regular.... Además.... Estuve teniendo relaciones con Peter sin tomar la pastillas. Ayer estoy días hemos hecho tres veces el amor. - ella se sonroja. - eso no tenía que haberlo dicho... ¿Qué voy hacer?

- Aceptar que es un regalo de Dios, para usted y el joven Peter. Además se van a casar.

- Peter no quiere hijo......

- No diga eso. Vaya y se sale de las dudas.

Asistiendo me meto al cuarto baño y me doy una ducha, no estoy para bañarme en la bañera. Cuando estoy cambiada le cancelo a Euge, y salgo rumbo al hospital.

Llego y pido una cita. Me hacen la prueba y espero. Estoy muerta de nervios... No se que voy hacer si sale que lo estoy embarazada.

- ¿Lali Esposito?

Escucho mi nombre y me levanto.

- Yo.... Soy.

- Pase por favor.

La sigo y entro a la oficina. Tomo asiento y la quedo viendo.

- Felicidades está usted embarazada. - la miro shock. - Se encuentra bien.

- No..., no puedo. - me viene una risa nerviosa. - eso está mal.

- Los exámenes están bien. Usted esta embarazada.

Aquí viene el llanto. La doctora me mira preocupada y yo no puedo hablar por causa de mi sollozos. Cuando ya me calmo ella me pasa un pañuelo.

- ¿Mejor? - Asiento. - un hijo es lo mejor que pasa en esta vida.

- Yo sé eso....., pero no pensé que pasaría...

- Al no tomar precauciones pasan.

- Sé eso.... Yo las tenía, pero después se me olvidó.... Soy la que se olvida de todo. - digo entre sollozos.

- Entiendo, pero no hay nada que hacer. ¿Quiere que le haga un ultrasonido?

Asistiendo ella me pide que suba a la camilla y tras ponerme un gel.

- ¿Ve ese punto? - respondo: sí - ese es su bebito que está creciendo en usted. - la miro sorprendida. - su bebé está en perfecto estado, sólo tenga cuidado ya que los primero meses son algo arriesgado - me pasa un papel para limpiarme. - le voy a recetar vitaminas, usted por ahora no haga esfuerzos que no valga la pena. En la receta va salir cuando es su próxima cita. Felicidades. - me entrega el ultrasonido y miro la pequeña vida que está creciendo en mi y no puedo evitar sonreír.

Solo espero que Peter no se moleste y siga creyendo que yo no soy acta de llevar un hijo suyo.

Salgo de la consulta y subo a un taxi. Todavía no sé como se lo voy a decir a Peter, algo si estoy segura yo no lo hice sola y debe hacerse cargo de sus acciones.

Llegando a la casa subo rápidamente las escaleras. Entro a mi cuarto y guardo todo para que Peter no la vea. No quiero contárselo aún. Quiero pensar y ver como se lo digo.

- ¿Como le fue? - pregunta Francisca en el momento que entra.

- Estoy embarazada.... Por favor no vaya decir nada, quiero ver como se lo cuento a Peter....

- Soy una tumba. - me abraza. - Muchas felicidades.

- Gracias... ¿Peter no ha llamado?

- No. Quiere algo de comer.

- La verdad no.... Francisca no me veas así, es que tengo el estómago revuelto, te prometo que mas tarde comeré.

- Está bien o yo la voy obligar a que coma.

- Sí. - ella sale y tomo el celular. Le marco a Juli para saber como se encuentra.

- Hola Juli, ¿Cómo te encuentras?

- Pues ya mejor amiga. No me voy a morir por una tracción. - oigo que me dice. - Ahora cuenta todo lo que estás pasando.

- Me voy a casar y estoy embarazada. - digo sin rodeo.

- ¿Es broma?

- No Juli... Es una larga historia.

- Pues comienza. - le cuento todo, cada una de las cosas que he pasado. Cuando termino ella dice: - Joder amiga, parece una telenovela. ¿Estas segura que no sigue con su venganza?

- Estoy segura. se está comportando bien conmigo.... Lo que me preocupa es lo del bebé.

- Mira, si ya no hay venganza no debes preocuparte por el bebé. Espero que me hagas madrina.

- Sabes que sí. En verdad quería contarte todo.
- Lo que si quiero es darle unos cuantos golpes. ¡Cómo se atrevió a chantajear con el local!

- Olvida eso. Estoy algo preocupada que en verdad se moleste por el bebé.

- Ve y cuéntale todo. Espera ver que pasa. Sabes que cuentas conmigo para lo que sea yo te voy apoyar en todo.

- Gracias amiga, te quiero mucho. Y lo siento por...

- No lo diga. Olvídalo, porque yo lo estoy haciendo. Ahora ve y habla con Peter y termina con esto. Que por tener un hijo no se va a morir, además se van a casar. Está todo bien.

Nos despedimos y corto la llamada. Juli tiene razón voy a contarle a Peter todo y saldré de esto.

Laberinto de amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora