Dedicado a iQueJalonsoVillanela y yamyzely
Aquel living era hermoso en esos tonos beige, naranjas y achocolatados; resaltaba la forma particular y expresiva de los sofás y, sin duda alguna, el hermoso piano negro del fondo era algo que te cautivaba (sobre todo con ese hermoso arreglo floral entre rojo y naranja). La delicadeza del piso de madera -la mitad- era contrastada por la otra parte en mosaicos de colores blanco y negro: era una decoración única, sin embargo, llegaba a lucir bastante elegante e imponente.
El príncipe se vio atraído hacia dos puertas de madera de lindo tono caramelo: le recordaron a cómo lucían las de su habitación, a excepción de que las suyas eran blancas. A paso curioso se acercó, abriendo con delicadeza y cautela, olvidando que, su mente lo ponía en ese lugar como un completo fantasma: no podía ser visto, mucho menos escuchado. Lo primero que captó, fue a un lindo niño de algunos dos años, esa piel tan blanca decorada por preciosas pecas, ese cabello castaño tan brillante y cedoso, esos ojos tan cambiantes cómo los tonos del mar: era él. Su yo pequeño yacía sentado en una suave alfombra color perla; estaba bastante entretenido, "dibujando" con diversos crayones en un buen puñado de hojas blancas. Entonces, escuchó unos tacones aproximarse hacia él (bueno, hacia su mini) se trataba de esa hermosa mujer llamada Fiorella o, mejor dicho, su madre. El príncipe no pudo evitar sonreír cuándo miró cómo la mujer se agachaba para poder acariciarle el rostro con tanto cariño: "Eres todo un príncipe, mi amor. Mira que algún día vas a venir matando a alguien con ese mar que tienes" escuchó decirle a su mini yo. Y bueno, ese alguien que moría por su particular mar, había aparecido: "Esa persona ya llegó a mi vida, mamá. Es un idiota, pero ese idiota pareciera ser un mismísimo ángel enviado por ti" pensó Campderich seguido de una sonrisa fugaz. Fiorella continuó por acercarse a un escritorio que estaba justo al lado del pequeño Alonso y, bueno, el Alonso de ese presente comprendió que esa habitación era el estudio de su madre. Observó a detalle todo lo que la mujer tenía ahí: lo que parecían ser varios artículos y diversas fotografías. El príncipe logró descifrar que todo eso puede ser de Rose Ville y, bien, su teoría acerca de que la empresa de su madre es una revista, se confirmó un poco más.Pero ese sueño ya había durado bastante, ya había conseguido más datos (y valiosos recuerdos) de los que creyó llegar a encontrar.
Era hora de despertar.
O, quizá, no.
Campderich abrió los ojos solo para consultar la hora y darse cuenta de que a penas iba para las 4:00 a.m., aún le quedaba un grandioso lapso de descanso y sueño, sin embargo, se sentía bastante activo; su mente dando constantes vueltas acerca del sueño recién tenido no le ayudaba mucho.
Quiso arrullarse tal cual niño pequeño así que recurrió a abrazarse a Peanut mientras en sus audífonos colocó a un suave volumen la canción que su madre solía cantarle: "How long will I love you". Y su estrategia de tratarse a sí mismo cual bebé le fue bastante efectiva pues ni siquiera se dio cuenta de la hora en la que se fue a quedar profundamente dormido.6:35 a.m.
El príncipe despertó sin apetito alguno; el pobre se sentía cómo sí hubiera estado en una degustación privada la noche pasada. Consiguió que Bertha le dejará pasarse el desayuno cuando le juró más de diez veces que almorzaría bien en el Guillmore y, bueno, la mujer únicamente cedió porqué sabía que Jay y Bryan también vigilaban los hábitos alimenticios del príncipe de cerca. Ninguno quería volver a vivir otro susto igual al de meses atrás.
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castle walls ♕ j. v.
FanfictionTodos piensan que lo tengo todo, pero es tan vacío vivir detrás de los muros de este castillo. -Fuiste directo a mi corazón y me sacaste de la oscuridad. • Obra inspirada en Blair Waldorf y Ámbar Smith. Esta historia contiene situaciones y comporta...