castle walls ♕ j. v.

king of my heart

Dedicado a leslie_cdks y JalonsoGirl

Realmente había pasado un tiempo de no saber de ellos más qué por mensajes y llamadas breves. A pesar de que de vez en cuando le fueron un dolor de cabeza, los extrañaba, extrañaba a su par de insoportables de la preparatoria, porque después de todo le habían demostrado ser verdaderos amigos. El tiempo parecía no haber afectado ese lazo, todo estaba intacto y con ganas de volver a aquel presente.

Era martes, pero Bryan y Jay lo habían tomado como día de descanso para poder encontrarse con ese ojiazul al que tenían tiempo sin ver. Pese a ese mal humor y cientos de caprichos, tenían ganas de verlo, quizá con la sorpresa de que el príncipe había moderado su carácter considerablemente.

—Espero que esto no afecte en sus puestos de trabajo —fue lo primero que dijo después de saludarse entre sí.

—¿Tú, lamentandote por nosotros? Vaya que sí te picó algo —se hizo presente uno de los típicos comentarios fuera de lugar de Gorjesi.

—Cállate, Jay —lo miró con una mueca—. No te preocupes, todo está en orden —miró al ojiazul—, todos piden días libres cuando se les antoja, ya nos tocaba y, a parte, ni trabajamos juntos. Nuestras profesiones son polos opuestos —rió un poco Mouque.

—No esperaba que se dedicarán a lo mismo, son muy diferentes, de hecho, los tres siempre lo hemos sido —se encogió de hombros Villal.

—Ni siquiera ha cambiado el hecho de que tú sigues escogiendo el lugar para comer —dijo Jay en referencia a ese restaurante que el príncipe seleccionó para reunirse a almorzar.

—Digamos que no se puede confiar mucho en ti —respondió, callando en el momento que observó al mesero listo para tomarles la orden.

En cuanto aquel hombre se retiró, la charla continuó.

—¿Y dónde dejaste a Jos? —cuestionó un divertido Bryan.

—Se quedó pintando; le comenté que tenía tiempo que no lo veía hacerlo y se lo tomó muy en serio —resopló.

—Espera, ¿qué? ¿De nuevo están juntos? —Gorjesi alzó la ceja entre tanto levantaba ambas manos.

—No tiene mucho que volvimos a estarlo, pero sí, de nuevo y esta vez de una manera oficial. Ya puedo decir que ese idiota es mi novio. Se los dijé a ambos por mensaje, es solo que Bryan sí lo recuerda.

—Tienes mucho por contarnos, ¿No creés? —indagó Mouque.

—Ha pasado tanto que se van a aburrir.

—Por dios, tu vida nunca ha sido aburrida, Alonso —le animó Jay.

—Bien —suspiró, mirando al techo por unos segundos antes de comenzar a hablar.

El mesero volvió a unos minutos después de que el príncipe había iniciado con su relato, la verdad era que no lo había interrumpido en alguna parte importante y gracias a ello pudo seguir contándoles con toda congruencia y fluidez. Para empezar, Villalpando les habló de sus primeros días en Rose Ville, lo que era igual a su estadía en Manhattan en el penthouse que alguna vez fue de su madre y, por herencia, ahora era suyo. Al haber comenzado con aquel tema, le fue fácil llegar al reencuentro con Canela, aunque tuvo que hacer un paréntesis para recordarles la manipulación que Minerva les había metido en la cabeza. Después de todo eso, fue sencillo contarles el resto o, bueno, no tanto, pues algunos recuerdos lo ponían sentimental; el hecho de que su relación con Jos estuviera perfecta, evitó que derramará algunas lágrimas al contarles ciertas cosas, cómo esa última discusión que tuvieron en la que se dieron cuenta de los engaños de su cruel abuela. Cada asunto vivido les fue dicho hasta llegar a aquel presente.