Tan solo había perdido un mes de clases, menos de lo que se creía estaría fuera de las instalaciones de la universidad. Jos, de nuevo se sentía pleno, al fin la sensación de utilidad había vuelto a su cuerpo; digamos que estar en cama casi todo el día, sin obligación alguna más que llamar a alguien en caso de necesitar algo... no era lo más productivo del mundo. Sin embargo, no todo en la vida es rebosante de beneficios, todo tiene un equilibrio y, en su caso, todo se resumía a entregar un cuatrimestre digno de aprobación, aprovechando aquellos tres meses restantes para compensar su ausencia fuera de la carrera. Probablemente otro punto a su favor era que, cada uno de sus profesores, eran bastante accesibles o, bueno, la mayoría del tiempo, específicamente cuando no se les ostigaba en busca algo, aquellos hombres y mujeres ya vivían con demasiado estrés cómo para que sus alumnos les picotearan la tensión.
Canela, era un buen estudiante, cuando no se veía tentado por fiestas o cuando no estaba viviendo alguien en su cabeza, el chico solía ser muy enamoradizo y quizá aquello tenía más cosas negativas que positivas. Su mente estaba despejada desde la ruptura con Daniel o al menos hasta que cierto encanto de ojos azules comenzó a hacerle compañía todas las tardes... oh, Alonso. Quizá lo mejor era que se sacudiera al castaño de sus pensamientos, Campderich no mostraba mucho interés en una relación o, al menos, en algo que incluyera un poco de seriedad. Tal hecho le quedó muy en claro desde que se entero de la reputación que el menor se había creado en Para bellum. Otra verdad era que, Alonso, estaba mal gastando su atractivo, encanto y, hasta cierto punto, pureza, en algún momento de la vida el interés amoroso formal se le iba a presentar y con aquella fama creciendo... nadie se lo iba a tomar en serio. Sí el asunto se veía por otra parte, Jos, ya había hecho algo para detener el crecimiento de esa mala reputación: inventar que era el novio del ojiazul. Podía seguir durmiendo tranquilo, aunque, era obvio el que Alonso se enteraría de esa (no tan pequeña) mentira piadosa. Estaba de más decir que su reacción no sería la más comprensiva del mundo, ni el mismo Jos terminaba de entender por que había inventando tal hecho, total, ya ni el arrepentimiento era bueno, lo hecho, hecho estaba y tarde o temprano se tendría que enfrentar a las consecuencias.
Cielos, ahí estaba de nuevo, pensando en banalidades correspondientes al lindo castaño, ignorando por completo la detalla charla que le daba Freddy acerca de su nuevo tatuaje. Para fortuna de ambos, los lunes, tenían un horario similar, lo cual les permitía salir de la universidad con el fin de ir en busca del almuerzo, tomando como transporte el auto de Jos, usando el trayecto para tener una conversación que los hiciera olvidar la presión de las clases o, al menos, el rizado creía que eso pasaba hasta que notó la mirada pérdida del pelinegro.—De acuerdo, podría estarte diciendo que me voy a tatuar a hello kitty en todo el abdomen y tú me estarías dando toda la aprobación con esos asentimientos pendejos —reprochó Freddy entre tanto rodaba los ojos. Procuró elevar la voz, teniendo cómo objetivo que su mejor amigo reaccionará.
—¿Qué? —parpadeo un poco, sacudiendo la cabeza con la misma ligereza—. Lo siento, hermano. Créeme que te estaba escuchando, no supe en que momento me distraje. Olvídalo, tu nuevo tatuaje sí está bastante cool.
—No, tú olvida el tema de mi tatuaje. Podría apostar la fortuna de mi familia a que estabas pensando en tu proyecto; mejor dicho, en Alonso —aseguró con sonrisa socarrona, haciendo movimientos divertidos con las cejas.
—Claro que no... bueno, tal vez sí, pero es que... ¡No! Cambia el tema.
—No vas a estar en la tierra sí no erradicamos el tema así que ni en pedo lo cambio. Es obvio que te gusta. Aún no entiendo porqué sí es todo un mamoncito, al igual que tú, o quizá hasta más. Eso va en contra de "los opuestos se atraen".
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castle walls ♕ j. v.
Fiksi PenggemarTodos piensan que lo tengo todo, pero es tan vacío vivir detrás de los muros de este castillo. -Fuiste directo a mi corazón y me sacaste de la oscuridad. • Obra inspirada en Blair Waldorf y Ámbar Smith. Esta historia contiene situaciones y comporta...