Dedicado a AzulRobledoJmz
"A pesar de que en varias ocasiones has visitado la ciudad; naturalmente necesitas familiarizarte con los alrededores del campus, así que veo de amplia necesidad una estancia de por lo menos tres semanas previas al comienzo de clases" le dijo en una ocasión Minerva. Esa era la razón por la cual había abandonado México varios días antes del inicio de cursos, casi nunca llegaba a estar de acuerdo con su abuela, pero, ciertamente, aquella sugerencia le pareció prudente, aunque eso significará abandonar a su psicólogo pintorcito antes de lo debido. De diecinueve a veinte días fue el tiempo que tuvo el príncipe para explorar hasta el último rincón de lo que, por un considerable tiempo, sería su hogar. Las siete horas de diferencia, complicaron el que pudiera estar en contacto con el ojimiel a diario, pero siempre que tuvieron oportunidad, se hablaron solo para repetirse cuanto se extrañaban después de una de sus discusiones ridículas. El par de chicos había hecho algo como un acuerdo: los dos estaban libres, no se debían exclusividad y si durante todo ese tiempo alguno (o los dos) caía en sintonía con alguien más, estarían de acuerdo; ¿por qué? Porque habían reducido su relación al término de amistad... o al menos eso intentaban hacer, por obvias razones, no era fácil. Solo era cuestión de dejarle al tiempo crear esa costumbre, costumbre que solo se encargaría de adormecer ese amor por el tiempo que no estuvieran cerca porqué, difícilmente se borra el amor cuando fue el destino quien te lo quitó.
El sábado 27 de enero, el pequeño castaño se la había pasado instalando sus pertenencias en la habitación que el campus le asignó, al parecer aún no tenía compañero y vaya que casi bailaba de felicidad al enterarse de ello: el closet era demasiado pequeño para toda su ropa... y la que le faltaba por comprar. La habitación lucía realmente bien con todo a su gusto, teniendo a la vista únicamente lo que era de su propiedad.
Medio día del 28 de enero; lo gastó en echarle un vistazo a su edificio, además de a una que otra área verde, la biblioteca, las cafeterías... de acuerdo, había visto mucho, pero es que fuera de que su abuela hubiera escogido esa universidad, realmente le gustaba, era tan impresionante que, por momentos olvidaba lo mucho que extrañaba a sus amigos, nana y a ese lindo ojimiel (aunque él también ya entraba en su lista de amistades).
Y finalmente, el 29 de enero había llegado, las clases iniciaban o, era una forma de decirlo pues como en todo nuevo nivel, los primeros días no son nada más que una pequeña presentación del estudio a ver: la ESLSCA ofrecía un seminario de introducción en el que los graduados compartían sus experiencias en la actividad laboral. El príncipe no quería perder ni un solo minuto de su nueva (y última) experiencia como estudiante; si en la preparatoria nunca se permitió ni una sola inasistencia o retardo, mucho menos lo haría en la universidad. Iba a crearse una reputación tan buena como la que solía tener en el Guillmore, para eso necesitaba ser impecable desde el primer día.
Se les había citado en el aula a las nueve de la mañana en punto: Alonso había llegado quince minutos antes, siendo capaz de conseguir un buen lugar. Conforme los minutos avanzaban, los alumnos fueron apareciendo y los lugares se iban reduciendo hasta que solo quedaron dos: uno a tres asientos detrás de él y otro más a su lado izquierdo. Eran las ocho con cincuenta y nueve minutos cuando una chica castaña, no tan alta, entró apresurada al lugar; el ojiazul no fue el único ahí que la miró con una expresión que gritaba "¿Es en serio? Ya estás en la universidad, mejora esa puntualidad". Alonso se dio cuenta de que estaba tratando con una paisana cuando la escuchó murmurar continuamente "Llego tarde" aquel acento no le daba a saber otra cosa más que la irresponsable chica era mexicana y, para su suerte (aunque en aquel momento lo considerará sarcástico) la castaña se fue a sentar a su lado.
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castle walls ♕ j. v.
FanficTodos piensan que lo tengo todo, pero es tan vacío vivir detrás de los muros de este castillo. -Fuiste directo a mi corazón y me sacaste de la oscuridad. • Obra inspirada en Blair Waldorf y Ámbar Smith. Esta historia contiene situaciones y comporta...