castle walls ♕ j. v.

a new but old you

Dedicado a ViridianaLeyva y Villxl_Ft_Canela

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❝Demasiado peso en mis ojos para despertar. Demasiado peso en tu mente para enfrentarlo.❞

Esos primeros días de enero se basaron en reuniones que definirían quienes seguirían involucrados en la revista y quienes, tomarían otro camino; podía llegar a ser algo complicado, pero solo un poco pues al ojiazul le llovían opciones gracias al éxito de Rose Ville, después de todo, cada día se acercaba a ser el hombre de negocios que siempre soñó y que todos a su alrededor, supieron que era capaz de ser. En aquel anochecer de día miércoles, había terminado la última junta del día y sinceramente, no tenía ánimos para una más a pesar de estar a mitad de semana, quizá después de un buen descanso estaría en óptimas condiciones para lidiar con las reuniones de jueves, viernes y sábado. Ahora, solo se tenía que concentrar en revisar los perfiles de esos diez modelos que aspiraban llegar a ser parte de la exclusiva agencia de la revista y es que eso era un trabajo soñado, aunque también bastante complicado, no cualquiera conseguía un puesto ahí y menos si quien estaba al mando era alguien tan estricto y perfeccionista como el príncipe. Villalpando ya no esperaba a nadie, mucho menos con esa cuidadosa elección que estaba por llevar a cabo: solo dos de esos modelos (tanto hombres cómo mujeres) serían los afortunados de unirse a su equipo y no era como si el ojiazul no dispusiera de alguien que le ayudará a escoger lo mejor de lo mejor, contaba con el personal adecuado, pero ellos mismos habían sido los encargados de darle a esos diez candidatos pese a que solo serían escogidos dos; esa había sido la orden del castaño y nadie podía cuestionarlo si había realizado un trabajo impecable a medio año de tomar su lugar en la famosa revista.

—Alonso —escuchó la voz de Libby, haciéndolo levantar la vista para encontrarla en la puerta de la oficina—. Lamento interrumpirte, pero hay alguien que quiere verte, dice que no puede esperar, de lo contrario, no te hubiera molestado.

—No tengo la menor idea de quien pueda ser, ¿te dijo su nombre? —cuestionó bastante desconcertado, en su vida no había muchas personas importantes, literalmente las podía contar con los dedos de las manos.

—No, pero dice que tú lo conoces a la perfección —se encogió de hombros—. Es cómo de la altura de Jos, cabello castaño oscuro, no sé si eso te ayude a ubicarlo.

—La verdad que no, pero hazlo pasar. Si es alguien que no me interesa o beneficia a la revista, no dejaré que me quite el tiempo —suspiró, dejándo los perfiles de los modelos de lado, esperando que la asistente hiciera pasar al tipo incógnito.

Cuando Alonso vio al chico delante de él, no supo qué hacer, se sintió cómo pequeño, intimidado, débil y era decir mucho, porque el príncipe no se sentía así con nadie más que con Jos en algunas ocasiones y en el pasado con su abuela y padre. Lo importante en aquellos momentos era descifrar ¿Qué carajos hacía Dan ahí? ¿Cómo sabía que él era el promedio del psicólogo? O bueno, tal vez eso no era tan difícil de saber si todo Manhattan los ubicaba a la perfección. De cualquier manera, no entendía la presencia del ojiverde en su oficina, cabía la posibilidad de que pudiera desarrollarse en algo que se hacía en la revista y él estaba entrando en su mundo de paranoia -como siempre- aunque también, dicha posibilidad iría más allá de la casualidad.