Doce años después.
Era 14 de febrero, esa famosa fecha dónde algunos se sienten afortunados de tener a alguien a su lado y otros más tratan de consolarse con su soltería y unos cuantos amigos en la misma situación. En dicha fecha, el príncipe y el psicólogo no presentaron ganas de ir a trabajar y también habían hecho que en los centros y en la revista solo se trabajará hasta el medio día; San Valentín era bastante especial para el matrimonio (situación que, el Alonso de diecisiete años, nunca creería, pues odiaba todo lo relacionado con curilerías o eso se hizo creér hasta que Jos apareció).
Pasaba de las tres de la tarde, lo cuál significaba que Dalary e Ian estaban por volver de clases en cualquier minuto."¡Ya cállate! Le diré a mis papás la molestia que has sido durante todo el camino" escucharon la voz de su hija de diecisiete años después del sonido agudo que hacía el ascensor al abrirse.
"No es mi culpa que no soportes la verdad" y esa fue la respuesta de su hijo de catorce años: Ian, al cual habían adoptado cuando tenía dos años y medio después de que Jos lo conociera gracias a algunos asuntos del centro; quedó encantado con él y Alonso también a penas lo conoció.
—¿Qué creés que haya pasado ahora, mi amor? —preguntó el ojimiel conforme avanzaban al living pues se encontraban en la cocina, comiendo algunas de las galletas en forma de corazón que Bertha les preparó.
—Son hermanos, Jos, discuten por todo —resopló, acomodándose aquellos lentes que, terminó usando debido a ligeros problemas de vista que consiguió gracias a Rose Ville.
—Papi Alonso, ¿puedes decirle a tu hijo que deje de ser una molestia? —apareció Dalary frente a él, mirándole con una clara expresión de fastidio.
—Ella es una molestia —defendió Ian.
—Basta los dos —reprendió el ojimiel— ¿Qué está pasando?
Ambos hijos se quedaron con las palabras en la boca, pues apareció Bruce, quien estaba cargando varios regalos, cómo las típicas flores y chocolates.
—Señorita Dalary, ¿dónde dejó todo esto? —preguntó el pobre hombre.
—No lo sé, ¿en la mesa del comedor? Me da igual —murmuró y Bruce asintió, retirándose a dejar todo.
—Princesa, ¿qué significa todo eso? —volvió a preguntar el psicólogo.
—Tu hija es una sensación con los chicos de la escuela —respondió Ian.
—¿Qué? —Canela sintió una pizca de celos mientras que Dalary le dio un zape a su hermano menor.
—No es nada importante, ellos me buscan pero a mí no me interesa ninguno —explicó la chica.
—El único que le interesa no le dio nada porque está lejos —volvió a interrumpir el menor de los hijos, el cual parecía haber aprendido mucho de la indiscreción de su tío Jay.
—Ian, una más y te castigo —amenazó el príncipe con ceja alzada y el chico solo resopló y dibujó una mueca—. Cariño, parece que eres bastante popular en la escuela —cambió la mirada hacia Dalary.
—No, no lo soy. No me agrada eso —negó seguidamente.
—Ella es popular porque se niega a ser popular: es inteligente y por alguna extraña razón los chicos piensan qué es bonita solo por ser modelo de Rose Ville, pero igual los ignora y eso la hace lucir inalcanzable y ser codiciada por todos —y por tercera vez, Ian interrumpió antes de salir corriendo hacia la cocina; sabía que sus padres no eran capaces de llamarle la atención frente a la presencia de la complaciente Bertha.
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castle walls ♕ j. v.
FanfictionTodos piensan que lo tengo todo, pero es tan vacío vivir detrás de los muros de este castillo. -Fuiste directo a mi corazón y me sacaste de la oscuridad. • Obra inspirada en Blair Waldorf y Ámbar Smith. Esta historia contiene situaciones y comporta...