make it up to you

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Dedicado a AlonPecos0

























En cuanto escuchó el alarma, despertó; no solía ser de esos que seguían durmiendo tal y como si el despertador fuera una canción de cuna. Se estiró un poco y, por unos segundos, observó a su alrededor, sin duda alguna era el inicio de otro día. Fue hasta después de ese corto lapso de somnolencia que, recordó que no había dormido solo, había tenido la compañía de cierto psicólogo, susodicho que no se encontraba en la cama y, al parecer, en ninguna parte de la habitación. Alonso tuvo la esperanza de que se encontrará abajo, indagando en algún lado del penthouse. Ante ese pensamiento, Villalpando se ducho y arregló antes de ir en busca del desayuno: al ir al comedor, solo tuvo algo por decirle a Bertha y no precisamente fue un "buenos días".

—Joven Alonso, buen día —le saludó ella.

—Hola —se limitó a decir— ¿Sabes dónde está Jos? —preguntó mientras observaba el plato frente a él.

—En su hogar o trabajo —le miró—. Escuché el ascensor muy temprano, yo a penas salía de la cama.

—¿O sea qué no te dijo nada? ¿Únicamente se fue? —el ojiazul sentía un poco de molestia.

—En efecto —le sirvió un poco de jugo —, pero no se moleste, recuerde que su trabajo en Rose Ville empieza más tarde que en otros sitios: si el joven Canela es psicólogo, me imagino que debe de estar en su puesto a primera hora —intentó tranquilizarle.

—Es un buen punto, aunque no deja de parecerme algo grosero que no se haya tomado ni la ligera molestia de despedirse o enviarme un mensaje después de lo que hice por él —tomó un trozo de fruta, mordiendolo con brusquedad.

—Sería ridículo preguntarle si está molesto —alzo ambas cejas—. Mejor lo dejo solo, con permiso.

Villalpando la observó irse, continuando con el desayuno y ese ceño fruncido tan obvio. Decidió revisar el celular, pero ese idiota parecía no tener ni la más mínima intención de comunicarse; gruñó un poco, optando por revisar sus mails en vez de ahogarse en un berrinche (definitivamente ya no estaba en edad para hacerlos, pero no podía luchar con su esencia).

—Bueeenos dí... ¿Desayuno en mal estado o Jos? —apareció Itzitery con sonrisa burlona, tomando asiento con sumo cuidado. No pudo contener el hacerle tal cuestionamiento al castaño con la expresión que se cargaba.

—Los alimentos están en perfecto estado y te pido por favor que no me hables de ese malagradecido.

—De acuerdo ¿de qué me perdí? La última vez que los vi que, por cierto, fue en la noche, estaban super acaramelados —movió las cejas en forma divertida a lo que el príncipe rodó los ojos.

—Espera —captó las palabras de su prima— ¿Nos viste por la noche?

—Me quedé dormida esperándote y cuándo desperté, de inmediato pensé en eso, así que fui a echar un vistazo a tu habitación y te encontré plenamente dormido en brazos de Jos.

—Puedo explicarlo —levantó un poco la mano—, digamos que, en resumen, se metió en una pelea por mi culpa y cómo no quiso ir al hospital, lo traje aquí y el doctor vino, pero tampoco cedió mucho así que terminé cuidandolo yo; nos quedamos dormidos y fin de la historia.

—Me duermo una hora y pasa una telenovela, capaz y para mañana, cuando despierte, ya están casados —bromeó la ojiverde.

—Ni siquiera puedo ser su novio, mucho menos su esposo.

castle walls ♕ j. v.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora