Sábado 3 de junio, por la mañana
Vicky se acaba de ir, no pudo pegar un ojo en toda la noche y ya no le parece tan divertido el vecino. Salgo de casa con la esperanza de tener un día tranquilo, compro mi desayuno en una cafetería cercana y camino hacia el parque para comerlo allí.
Debería volver a casa de mis padres por el fin de semana. Mamá me daría buenos consejos, papá me compraría helado y podría dormir con Toto por doce horas seguidas sin que alguien se atreviera a molestarme.
No.
Es parte de ser adulta. Debo lidiar con mis propios problemas.

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Enlazados
ContoValentina y Lorenzo viven en el mismo edificio, uno sobre el otro. Su relación comenzó con el pie izquierdo desde el día en que él se mudó. Valentina se encuentra en el último año de su carrera universitaria, tiene el mejor promedio de su promoció...