112

3.3K 237 97
                                    

Sábado 14 de octubre, por la noche

—¡Sorpresa!

Suelto una carcajada al ver a todos mis amigos y conocidos en la terraza de mi edificio. Rodeados de globos, banderines y con un vaso rojo en sus manos.

En el centro del gentío se encuentra Lorenzo y junto a él, mis padres.

Corro a su encuentro, y abrazo a mis progenitores con fuerza.

Desde los dieciséis años no celebro mi cumpleaños con ellos dado que por una promesa, luego de la muerte de mi abuelo –que fue en mi cumpleaños- viajan al Vaticano cada año. Para muchos es un acto de egoísmo, para mí una muestra de cariño.

Pero allí están y no puedo evitar llorar un poco.

—¿Qué hay de mí?

Me separo de mis padres y abrazo a Lorenzo.

—Gracias –sonrío.

—¿Cómo sabes que fue mi idea?

Sus dedos recorren mi rostro, quitando las lágrimas y no puedo evitar pensar en cuanto lo quiero.

—Vicky no sabe guardar secretos.

Sonríe y me besa.

Y me vuelvo la persona más feliz del mundo.

EnlazadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora