94

3.4K 310 167
                                    

Domingo 1 de octubre, por la noche

Sin prestarle atención a sus comentarios, coloco Spotify en modo aleatorio y comienzo a conducir.

Son muchos años que pasaron sin decir te quiero –oigo cantar a Lorenzo en voz baja y lo miro, sorprendida-. Y en verdad te quiero. Pero encuentro formas de engañar mi corazón

Subo el volumen y sigo su ejemplo.

Son muchos años que pasaron sin robarte un beso –canto en voz alta, aunque lo haga horrible. Sólo para animar a Lorenzo a seguir cantando-. Solo quiero un beso, y por esa boca no me importa ser ladrón

Lorenzo sonríe y se aclara la garganta.

No puede ser que no he encontrado todavía las palabras. Y en esa noche no dije nada –toma su teléfono como micrófono y canta al ritmo de la canción, pero en voz realmente alta-. No puede ser que en un segundo me perdí en tu mirada, cuando por dentro yo te gritaba…

Tomo aire y al unísono cantamos.

Déjame robarte un beso que me llegue hasta el alma, como un vallenato de esos viejos que nos gustaban. Sé que sientes mariposas, yo también sentí sus alas. Déjame robarte un beso que te enamore y tú no te vayas

Suelto una carcajada y continuamos cantando, al ritmo de la música y entre risas.

—Cantas bien –comento cuando la canción finalmente termina.

—Era vocalista en una banda, Vale, me insultas.

—Nunca te había escuchado cantar –me encojo de hombros, aunque sonrío-.

—Cuando quieras te hago una serenata.

Blanqueo los ojos y río.

—No te animarías.

—Haría lo que fuera por ti.

Sus ojos me perforan y puedo sentir un zoológico en descontrol en mi interior.


EnlazadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora