76

3.5K 295 137
                                    

Domingo 10 de septiembre, en la madrugada

Llegamos a la guardia del hospital cuando el reloj marca las dos de la mañana. Hay bastante concurrencia pese a la hora pero destacamos entre todos ellos por nuestros atuendos.

—¿Te encuentras bien, bruja?

—Deja de llamarme así, bruto.

Ríe.

—Nunca.

Blanqueo los ojos.

—¿Lo estás?

—Físicamente un poco mejor.

No puedo mentirle pues estoy segura que no me creería. Más aún, estoy harta de las mentiras.

—¿Emocionalmente?

Niego. Pese a que no estoy llorando realmente caló profundo lo que sucedió.

—¿Puedo hacerte una pregunta incómoda?

Lo pienso un segundo y asiento. Tarde o temprano la va a hacer.

—¿Se acostaron?

Siento mis mejillas arder. Entre todas las preguntas tenía que hacer justamente esa, justo después de decidir no mentir.

—Dime que no, por favor.

Lo observo y estoy segura de que soy un tomate.

—Sí.

Toma su cabeza entre sus manos y niega. Puedo ver el disgusto en su rostro y no puedo evitar sentirme sucia.

Sin embargo, sé que su disgusto no está dirigido a mí.

Capítulo dedicado a @ghandyF 

EnlazadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora