Enlazados

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Sábado 14 de octubre, por la noche

La fiesta es asombrosa y realmente estoy agradecida con Lorenzo y Victoria por llevarla a cabo.

Invitaron a mis amigos de la secundaria, de la Universidad, familiares y vecinos con los que tengo una muy buena relación. Y, por supuesto, pensaron en cada detalle.

—¿Vas a dejar de tener los ojos llenos de lágrimas en algún momento? –pregunta Vicky, sonriendo.

—Es que estoy realmente emocionada.

—Es el momento en que le das un abrazo a mamá oso.

Río y la abrazo con fuerza.

—Ahora ve con Lorenzo, no deja de mirarte. Me está poniendo nerviosa.

—No está mirándome todo el tiempo –replico aunque la verdad es que he sentido su mirada sobre mí toda la noche.

—Si ese chico no está enamorado de ti que mi madre me lleve a un convento ya mismo.

Blanqueo los ojos.

—Te encanta exagerar.

—Me haces sonar como una drama queen.

—Fueron tus palabras, no las mías.