Katie

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La mañana siguiente Katie despertó más temprano de lo que había planeado, había quedado con verse con Keith después del desayuno, pero tenía varias cosas que hacer antes de eso, primero fue a comprobar que Lance y Hunk hubieran regresado, pero al parecer habían decidido pasar la noche en la ciudad; lo esperaba, lo habían mencionado antes de irse.

Regresó a su habitación para buscar las notas que había tomado el día anterior, había pasado la noche desarrollando posibles mejoras que podrían hacerle al vehículo, pero decidió dejarlas, no quería darle ideas a su rival y finalmente caminó hasta la oficina de Shiro, Lance había dejado claro que si tenía alguna duda podría ir a asegurarse con él que ninguna de sus ideas no fueran a provocar que los descalificaran, más al llegar se dio cuenta que las luces de la oficina se encontraban apagadas.

— Quizá no ha llegado — pensó mientras examinaba la habitación por entre las persianas de la ventana, apenas lograba ver algo, pero no se veía nadie dentro.

La chica suspiró decepcionada, pero el penetrante aroma a alcohol combinado con sudor la distrajo, arrugó la nariz con desagrado y se giró buscando el origen del repulsivo olor y a algunos metros se encontraba una persona muy conocida por ella.

Sus ojos se encontraron por un momento, los penetrantes ojos azules parecían helar su sangre, causándole un escalofrío, más no fue hasta que el rubio levanto una ceja de forma irónica que recordó saludarlo y de inmediato se enderezó saludándolo con su mano en la frente.

—Comandante Focker, señor — saludó con nerviosismo —. Discúlpeme señor, no lo reconocí.

— ¿Tan mal luzco? — bostezó el rubio, pero no se movió de su lugar — ¿Acaso buscabas a Takashi? Lamento decirte que no está, salió por un asunto familiar o algo así.

— Ya veo — bajó la mirada la chica al mismo tiempo que su mano, por alguna razón se sentía decepcionada, pero no podía entender el porqué. El comandante Focker podía fácilmente responder sus dudas —. Señor, usted podría decirme cuales son las reglas de la exhibición del próximo mes ¿no es así?

Roy la miró con un ojo entre abierto, Roy Focker tenía la peor fama entre todos los docentes en la academia, alcohólico, mujeriego, se decía que tendía a coquetear con las alumnas de último año y parecía no tener ningún interés en ayudar a ningún alumno, razón por la cual era usual que se encargará del equipo omega. De no ser por Shiro, el maestro novato, él hubiera sido su titular.

— Así que Takashi ya les mencionó sobre eso — dijo sin interés alguno, era una clase de información reservada, pero no había ningún motivo para no mencionársela a los alumnos, mientras no estuvieran divulgándola fuera de la escuela.

— El general Shirogane nos mencionó que era mejor irnos preparando de una vez.

La chica cada vez se ponía más nerviosa y el aroma del alcohol que aumentaba cada que el comandante hablaba empezaba a marearla.

— ¿Y cuál es tu duda?

— Solo esperaba saber... ¿Hay alguna clase de reglamento que debamos seguir?

El comandante cerró los ojos pensativo, por un momento parecía como si se hubiera quedado dormido de pie, más después de meditar volvió a abrir los ojos y lucía cansado.

— Creo que todo está permitido, siempre y cuando no sea algo que ponga en peligro la vida de otros concursantes o al público, hasta podrían matarse ustedes mismos mientras den un buen espectáculo.

La chica frunció el ceño ante el comentario, pero al menos pensaba que podía culparlo si llegaban a romper alguna regla, y de igual forma podía confirmar la información después con Shiro, así que simplemente dio la espalda y se alejó de tan nauseabunda fragancia.

Garrison ProudDonde viven las historias. Descúbrelo ahora