Garrison Proud

Luto

— No estoy seguro que debería ir.

Keith se encontraba bastante incomodo mientras Shiro le acomodaba la corbata, hace años que había aprendido a hacer un nudo él mismo pero en esos momentos no quería contradecir a Shiro.

— Tonterías — decía su compañero mientras rehacía el nudo por doceava vez —, Coleen no tiene ningún problema con que vayas y estoy seguro que Katie agradecerá tener un amigo ahí.

— Ha ignorado todas mis llamadas — replicaba el joven pero sabía que no era escuchado, no en serio al menos —, no solo las mías. Lance me dijo que tampoco las de ellos.

— Tienes que entenderla, Keith. Su padre acaba de morir. Está pasando por un momento muy difícil.

— Takashi, el auto acaba de llegar.

Ryu también se había arreglado con su mejor traje, incluso para Keith era raro verlo con otra cosa que no era su usual uniforme militar, pero era aún más extraño verlo sin aquella sonrisa sarcástica que lo caracterizaba y que tanto lo diferenciaba de su hermano. Quizá esta era la razón por la que Keith se resistía tanto por ir al funeral del Mayor Holt, todo le resultaba bastante irreal.

Shiro terminó al fin con la corbata de Keith y lo miró un momento, no lo miraba en realidad y él lo sabía, desde el día anterior lo había notado, tenía esos momentos donde solo miraba a un punto pero sin mirar nada pero Ryu lo trajo de regreso a la realidad tocando su hombro.

— Se hace tarde — anunció mientras le entregaba su saco y él se colocaba el suyo.

En ese momento sonó el timbre de la puerta, los tres chicos intercambiaron un momento miradas pero ninguno dijo nada, por lo que Ryu quien estaba más cercano a la puerta abrió para ser abrazado por una princesa Allura quién vestía un entallado vestido negro.

Ryu lanzó una mirada a Shiro, quien se podía notar igual de perplejo al ver a la princesa alteana y parecía que se había quedado sin palabras pues solo movía la boca sin emitir sonido alguno.

— ¿Qué hace aquí, su alteza? — Preguntó Ryu separándola de forma brusca, era usual que tuviera malos modales pero en aquellos momentos era claro que la presencia de la alteana era una verdadera molestia.

— Solo quería ver... — Allura se interrumpió al notar que Ryu no era la persona que él creía, y al ver a Shiro y Keith quienes la miraba con la claro pensamiento que ella no debía estar ahí —. Con lo ocurrido con el Mayor Holt quise venir a darles mi apoyo, sé que era una persona importante para los tres.

La princesa se acercó a Keith y le abrazó por el cuello, cosa que el chico recibió con una mueca de disgusto, y cuando lo soltó abrazó a Shiro con quien se quedó un poco más de tiempo.

— De hecho íbamos de salida — carraspeó Ryu intentando llamar la atención de su no grata invitada —. Se nos hará tarde.

­— En ese caso, ¿no tendrán problema que los acompañe verdad?

Shiro intercambió miradas con su hermano, quien parecía bastante molesto, pero este se limitó a salir del lugar, seguido por un muy incómodo Keith que no podía dejar de pensar en que Pidge sacaría a patadas a la princesa alteana si se le ocurría pisar su casa. Se preguntaba cuántos problemas podría traerle eso y antes de darse cuenta, los cuatro estaban acomodados en la parte trasera de un taxi.

Keith nunca había estado antes en la casa de Pidge, a pesar de que Shiro era muy unido a la familia Holt, y no pudo evitar sentir sorpresa al ver lo sencilla que era, no podía creer que esa era la casa de un talentoso ingeniero en sistemas, una dotada genetista botánica y sus dos hijos.