Shirogane Takashi

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Katie sentía su estómago revolverse mientras esperaba sentada con sus compañeros fuera de la oficina de su profesor tutor, no quería estar ahí, pero era difícil que pudiera admitirlo con sus compañeros, aunque había logrado ganar tiempo al preguntarle a sus compañeros un poco de ellos, aunque no había puesto realmente atención a lo que los chicos habían hablado ya que solo le importaba el no acercarse a Shiro, pudo rescatar dos cosas: Hunk sabía cocinar y Lance hablaba español y para Pidge era un avance suficiente.

Más ese pequeño desvío había provocado que hubieran tenido que esperar 20 minutos fuera de la oficina del profesor esperando que terminará de atender a alguien que había llegado antes que ellos, Hunk y Lance seguían hablando, habían dejado de intentar de incluir a la chica a la conversación pues obviamente tenía su mente en otro lado, aunque ocasionalmente preguntaban una cosa y otra para obtener siempre la misma respuesta.

– ¿Perdón? ¿Dijiste algo? – preguntó por enésima vez la chica, pero esta vez la conversación se vio interrumpida cuando la puerta se abrió junto a ellos.

El chico de los alpha había salido de la oficina, antes la chica había creído ver que el chico se le había quedado viendo en la sala común, pero en esos momentos estaba completamente segura, pudo ver sus ojos azul grisáceo atravesarla y se sintió obligada a desviar la mirada, el chico solo se había alejado un par de pasos cuando Lance se puso de pie de golpe señalándolo con el dedo.

– ¡Keith! – llamó al chico que se giró completamente confundido, por su rostro se podía adivinar que no tenía la más mínima idea de quién era el chico que lo llamaba, pero Lance no se replegó ni un poco – ¡Te superaré! ¡Prepárate, porque lo haré antes de que te des cuenta! –

El chico de cabello negro miró a Lance como si hubiera perdido la cabeza, pero sin darle importancia se giró y siguió caminando aunque Katie pudo notar que su caminar era más rígido.

– ¿Lo conoces? – le preguntó a su compañero que nuevamente tenía un semblante serio.

– No – respondió el chico encogiéndose de hombros y dirigiéndose al interior de la oficina – pero tenía que decírselo –

Ambos chicos siguieron a su compañero confundidos, no cabía duda que Lance era una persona muy curiosa.

La habitación del general Shirogane era muy sencilla, aunque estaba llena de reconocimientos del joven piloto y al verlos entrar les dedicó una sonrisa.

– Pero si es mi equipo estrella – dijo con notable sarcasmo mientras tomaba unas carpetas de un cajón y las ponía sobre su escritorio – El escuadrón omega de primer año. –

Katie desvió un poco la mirada, pero vio con sorpresa que ninguno de sus compañeros bajaba la mirada o lucía avergonzado, cosa que la hizo recuperar el valor y mirar al frente con el rostro levantado.

– ¿Saben lo que significa estar en el escuadrón omega? – preguntó el general viéndolos con curiosidad, por lo que Hunk dio un paso al frente.

– Significa que estamos en lo más bajo del rating de posiciones de la academia, nuestros desempeños dejaron mucho que desear –

– Pero solo significa que debemos esforzarnos el doble para demostrar que somos dignos de esta academia y que podemos estar a la par de los demás – interrumpió Lance con determinación en su mirada, cosa que arrancó otra sonrisa del rostro de Shiro.

–Bien dicho, cadete. ¿Alguno de ustedes sabe por qué fueron asignados al equipo omega? –

Esta vez solo Lance pudo mantener la mirada de Shiro, Hunk y Katie sentían mucha vergüenza de admitirlo, pero eran conscientes de los motivos de su bajo desempeño, más Shiro no les dio la oportunidad de contestar abrió una a una las carpetas frente a él que evidentemente debían ser expedientes y comenzó a leer en voz alta.

Garrison ProudDonde viven las historias. Descúbrelo ahora