Trampa

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La pista donde se iba a llevar la carrera era la más grande de la academia. Los estudiantes que habían decidido no participar en la misma, se congregaban en las gradas, algunos incluso con aperitivos mientras discutían por sus favoritos, que en su mayoría figuraban en los últimos años.

A pesar de la gran difusión, apenas un puñado de alumnos se habían inscrito, ello tenía que ver con la decisión de hacer la carrera en la misma semana de exámenes, pero había quienes habían decidido correr el riesgo de reprobar los parciales por un momento de gloria, eso se podía notar en la gran cantidad de alumnos de primer y segundo año de la pista.

La mayor parte de los participantes estaban en sus grupos hablando a lo largo de la pista, ninguno demasiado cerca del otro, temiendo revelar sus estrategias, por otro lado había un grupo que resaltaba por la ausencia de uno de sus miembros.

— ¿Deberíamos retirarnos? — Hunk miraba nervioso al reloj que anunciaría la hora en cualquier momento.

— No, Pidge vendrá — respondía su compañero con el mismo tono de pánico, aunque intentaba sonar lo más calmado que podía.

— No lo sé, Lance. Ella se fue bastante molesta y lo que Iverson dijo...

— Ya lo sé. Pero estamos hablando de Pidge. Ella no nos abandonaría.

Las palabras de Lance parecían más un deseo que un hecho, pero para su mala suerte la voz que lo llamó un momento después, no era la que él esperaba, más bien era todo lo contrario.

— ¡McClain! ¿Dónde dejaste al resto de tu equipo? — Griffin se acercaba con una sonrisa arrogante, había escuchado que el último equipo en usar los simuladores lo había roto y había asumido que había sido el último equipo en usarlo, había sido el último en la lista —. Escuche que un miembro de tu equipo hizo un desastre.

Si Griffin hubiera mencionado el simulador, Lance hubiera entendido que no se estaba refiriendo a ellos, pero creyendo su propia fama de problemáticos, creyó que de alguna forma se había dado a conocer el incidente que Pidge había tenido hacía algunos minutos. Por esta razón, no se tomó siquiera la molestia de defenderse.

—Metete en tus asuntos, Griffin.

Hunk seguía ajustando algunos tornillos en la motocicleta que se les había asignado, pero al ver el rostro contrariado de Lance se puso de pie. Quizá para las personas que lo conocían podía ser un gigante amable, pero para aquellos que no, podía ser intimidante.

— Deberías irte, Griffin — le amenazó.

Hunk era un chico grande, pero amable. Cualquier persona que lo conociera pudiera incluso encontrar gracioso el ver la seriedad con la que Hunk veía a Griffin pero, para su fortuna, Griffin no conocía a Hunk.

— Bien, me iré — retrocedió el piloto intimidado —. Nos veremos en la pista.

Hunk suspiró con preocupación, veía a Lance que se encontraba en un obvio estado contrariado, si Pidge no aparecía no tenían idea de lo que harían.

— ¡Lance!

Lance suspiró con fastidió mientras se giraba a encontrarse con la mirada de Keith. ¿Qué le pasaba a todo el mundo? Parecía que habían decidido fastidiarle el día.

— ¿Qué quieres?

— ¿Dónde está Pidge?

— Eso no te importa.

Keith gruñó en respuesta. Él también había escuchado los rumores del simulador, y al igual que Griffin había asumido que el equipo omega había sido el culpable y, a juzgar por el humor de Lance, aquello parecía ser correcto. Aunque eso no explicaba la ausencia de la más pequeña del equipo omega.

Garrison ProudDonde viven las historias. Descúbrelo ahora