Cita sorpresa

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Ese día Pidge se levantó más temprano de lo habitual y aunque no había dormido mucho se sentía menos cansada que el día anterior, se puso la ropa que normalmente usaba para estar en su casa, tomó su teléfono, su computadora y su cámara, los puso dentro de su mochila y salió rumbo a los dormitorios de los maestros; iba algo emocionada y ansiosa por lo que al salir de los dormitorios de las chicas golpeó a alguien con la puerta al abrirla sin prestar atención.

La chica miró con curiosidad el bulto castaño que se encontraba en el suelo y al verlo que no se movía simplemente le dio una patada en las costillas y suspiró de alivio al ver que este se quejaba.

— ¿Qué haces aquí, Lance? — preguntó sin mucho interés, le interesaba más el reloj del campus que se veía a lo lejos que su compañero en el suelo.

— Eres muy cruel ­­— se quejó el chico incorporándose —. Ayer no fuiste a cenar. Hunk y yo nos preocupamos.

— ¿Y dónde está Hunk?

Pidge miró alrededor como esperando que su compañero saltará de algún arbusto, pero en realidad no había muestras de que el chico estuviera cerca, así que miro a Lance en busca de respuestas, más este simplemente encogió los hombros en señal de que no tenía idea.

— Solo sé que fue a la ciudad, dijo que nos tenía una sorpresa que nos volvería locos, pero no tengo la más mínima idea de que es lo que planea.

— ¿Entonces qué haces aquí?

— Ya te dije. Estaba preocupado, quería saber cómo estabas.

La chica bufó ante el comentario y parecía que Lance no se iría sin tener una respuesta satisfactoria así que le hablo de lo ocurrido el día anterior mientras ambos caminaban rumbo a los dormitorios de los maestros, prefirió omitir la parte donde Keith, al igual que él, se había escabullido hasta su dormitorio pero eso no evito que se tomara un descanso de su historia para que Lance pudiera insultarlo cuando la chica mencionó que había sido este quien le había contado a su padre de lo ocurrido el día anterior.

— En resumen, mi padre quiere que pasemos el día juntos — concluyó cuando estaban llegando al frente del edificio.

— ¿Entonces no trabajaras más en los programas para la nave?

— Discutí un poco de ellos con mi padre, pero hasta que no vea el modelo exacto no creo poder trabajar más. No quisiera sobrecargar la computadora del sistema, después tendría que reprogramar todo o empezar desde cero.

— Ya veo... — respondió el chico con clara confusión al no estar seguro de lo que la chica se refería, estaba a punto decir otra cosa, cuando una voz conocida lo interrumpió.

— Señor McClain, es un gusto verlo temprano para variar — los saludó Samuel Holt que salía del edificio con una sonrisa.

— ¡Mayor Holt! — saludó Lance rápidamente y claramente sonrojado al ver a su maestro.

— ¿Temprano? ¿A qué te refieres? — preguntó la chica confundida mientras cambiaba de ver a su padre y a su amigo ­ —. Pensé que no dabas clases a los de primer año.

— No lo hago, Lance esta... — empezó a explicar su padre, pero en esta ocasión fue Lance quien lo interrumpió inflando el pecho con orgullo.

— Llevó una clase avanzada con el Mayor Holt. Normalmente es una clase reservada para alumnos de segundo y tercer grado, pero al ver mis habilidades de vuelo me hicieron tomarla además de todas mis materias, aunque al ser de madrugada siempre es difícil llegar temprano.

Garrison ProudDonde viven las historias. Descúbrelo ahora