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—Había pasado un mes y otro mes y uno más; había cumplido mis tres meses de embarazo a pesar de los dolores tan intensos que solía tener todos los días a todas horas, tener en casa a Gianluca me reconfortaba bastante y tenerlo junto a mi hacia que los dolores disminuyeran un poco; Lisney iba a verme ocasionalmente e incluso en una visita me llevo un obsequio para el bebé (un osito color azul y uno en color rosa), Piero e Ignazio estaban en casa prácticamente todos los días acompañando a Gianluca y a mí, ellos solían cocinar para nosotros dos y Gianluca trataba de ayudar un poco en ese aspecto; los padres de Gian se habían vuelto más cariñosos de lo normal a pesar de que aún no les dábamos la noticia del embarazo; todo se había vuelto completamente diferente, dicen que un bebé cambia radicalmente a las personas pero yo no creía que fuera eso en enserio. Gianluca entro a la habitación y cerró la puerta—.

Tenemos que decirles—.

—Si tienes razón—. En verdad la tenía, el vientre en poco tiempo se comenzará a notar y es preferible informarles a que se enteren solo por verlo—.

Los chicos propusieron hacer una cena familiar para informarles sobre el embarazo; solo quieren saber ¿si tú estás de acuerdo? —. —

Si, me parece una estupenda idea Gian—.

—¿Qué quieres que se prepare para la cena? —. Quería que fuera algo que a ella le gustara o algo que se le antojara—.

Si fuera por mí solo serviría helado de chocolate, pero me conformo con una lasaña y papas fritas y porque no un poco de helado de chocolate; últimamente se me ha estado antojando bastante—. Y no es que nunca se me hubiera antojado el helado del chocolate, pero desde que estoy embarazada lo único quiero comer es chocolate—.

Casi no se nota que el bebé es mío verdad cariño; voy a bajar a decirles—. Por fin tendría a alguien con el mismo gusto por el chocolate que yo pensé en voz baja mientras bajaba las escaleras y me dirigía a la cocina en donde estaban los chicos ya preparados para empezar a cocinar—. Quiere lasaña con papas fritas y helado de chocolate de postre—.

—¿Y de beber? —. Mire a Gianluca e Ignazio—.

Vamos Piero, ella está embarazada, podrías preparar jugo de naranja, aunque ya sería muy tarde para un jugo, pero puede ser que podamos preparar un chocolate calientito...—.

—Chocolate ya no, ya es demasiado con el helado, quiero vino tinto para mis padres y para Julissa jugo de uva para que aparente el color del vino tinto y no sospechen antes de tiempo. Vamos a comprar todo lo que necesitamos para preparar la cena, voy a preguntarle a Julissa a ver si quiere ir con nosotros de compras—. Subí rápidamente las escaleras y entré a la habitación—. Juli ¿quieres ir con nosotros de compras? Le haría bien al bebé que caminaras un poco más—.

—Si, no sabes lo mucho que deseo salir de este cuarto—. Me ayudo a levantarme de la cama y a bajar las escaleras, subimos al coche los cuatro y fuimos a una plaza comercial que se encuentra no muy lejos de casa, compramos todo lo necesario bastante rápido a decir verdad; de camino al estacionamiento nos topamos con una tienda de ropa de bebé, Gianluca tiro de mi brazo y entramos, todo aquello se veía tan pequeñito que era imposible imaginar que una personita que cupiera en esa ropa—.

Me encanta ese—. Era un suetercito color verde con unos botones en imitación madera—. Hay que comprarlo—.

—Y si es niña Gian, ese suéter es de niño—. ¿y si perdía al bebé? Los dolores que provocaba el cáncer eran horribles y Lisney me advirtió que eso podía provocar un aborto espontaneo—. Mejor hay que esperar a que nazca; no quiero apresurar las cosas—.

—Está bien Julissa vámonos mejor para preparar todo—. Llegando a casa empezamos a preparar la cena todos excepto Julissa que tenía nauseas a causa del olor de la misma; mis padres llegaron puntuales y mi hermano traía consigo a su novia, Piero e Ignazio los dirigieron al comedor en donde ya se encontraba toda la mesa repleta de mangares. Cenamos todos juntos en silencio y sin mirarnos—. Julissa y yo tenemos una noticia que darles a ustedes...—. La mire de reojo, tenía mis manos temblorosas, tome su mano por debajo de la mesa del comedor—. La familia está creciendo...—.

—Que no la vaya a cagar por favor, me decía mientras miraba a Julissa y a Gianluca—.

—¡¿LISNEY ESTA EMBARAZADA!?—.

—Me dieron ganas de llorar en ese momento, sentí como la mano de Gian apretaba con más fuerza a la mía—.

En realidad Julissa y yo estamos embarazados, bueno ella está embarazada, pero me gusta decirlo de esa manera—. Pagaría por volver a ver las caras de mis padres y de mi hermano al escuchar la noticia—.

Felicidades a los dos—.

—¡¡¡¡¡¡FELICIDADES HERMANO!!!!!!—. No lo podía creer, realmente sería tío estaba completamente excitado con la noticia, me levante súbitamente de la silla y corrí para abrazar a los dos al mismo tiempo—. OHHH JULISSA MUCHISIMAS FELICIDADES—.

—Ernesto tranquilo—. Mi hermano comenzó a llorar y Julissa también, mis padres estaban perplejos sin decir nada más—. Les agradezco su enorme emoción ante la noticia—. Obviamente lo dije con todo el sarcasmo que pude, después de un rato mi padre se soltó a llorar y me abrazo con ternura al igual que mi madre para después hacer lo mismo con Julissa—. Porque no se quedan a dormir ya es bastante tarde para que se vayan a casa y no quiero que les pase nada en el camino—. Prepare las habitaciones y todos subimos a dormir—.

Por amor de dios pero que náuseas más horribles tenía, me senté en la cama y miré el reloj eran las tres de la mañana, Gianluca se despertó a la par—.

¿Estas bien? Te ves bastante pálida—.

—Tengo náuseas—. Sentí su mano acariciar mi espalda suavemente pronto las náuseas desaparecieron y pude volver a conciliar el sueño—.  

En El Corazón De Gian...Hasta El Final.  Libro IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora