Capitulo 54 Depresión

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-Valentina Ginoble Segnini, suena lindo-

-Te desperté, lo siento-

-No te preocupes-

-Creo que tiene hambre, voy a traer a la enfermera- Salí con la bebé en brazos para llamarle a la enfermera, ella me vio desde lejos y camino rápidamente hacia mi; le indico a Julissa como darle pecho la primera vez- ¿Te duele mucho?-

-Un poco. Quieres ver como come Valentina-

-Suena más lindo cuando lo pronuncias tú. Si- Me acerque con cautela y ella retiro un poco la manta que le había puesto encima la enfermera antes de irse, la vi tan tranquila tomando su leche, eso hizo que la habitación se llenara de pasividad y tranquilidad mientras ella estaba comiendo. Lisney volvió a entrar a la habitación-

-Hola Julissa, ¿Cómo te sientes?-

-Un poco mejor ahora que pude dormir un rato-

-El alta se dará mañana por la tarde como a la 1 y tu próxima quimioterapia es dentro de 15 días-

-¿Próxima quimioterapia?- Pero que demonios era esto, EL INFIERNO- Pero yo no quiero tomar las quimioterapias, me siento bastante bien-

-Bueno si no quieres tomar las quimioterapias solo te advierto una cosa, no podrás ver a tú bebé llegar al 3 mes de vida, piénsalo Julissa. Y por cierto Gianluca el fin de semana necesitamos checar bien si la boda será en el salón o en el jardín, porque se nos esta viniendo el tiempo encima-

-Se me había olvidado lo de la boda. El fin de semana  lo revisamos de nuevo-

-Lisney salió dando un portazo bastante fuerte a la puerta, provocando que Valentina se despertara de un brinco y comenzará a llorar y yo también estaba llorando por dos razones muy sencillas; la primera era por el  que llanto de mi hija me partía el alma en mil pedazos y la segunda era porque el hombre con el que soñé toda mi vida se me escapaba frente a mis propios ojos y yo no estaba en circunstancias desde hace mucho tiempo de hacer nada al respecto-

--Te despertaron mi amor, ven yo te calmo- Julissa me entrego a Valentina con mucha suavidad, ella berreaba con bastante fuerza entre mis brazos, después se comenzó a calmar pero Julissa fue la que se soltó a llorar- Me sentaré aquí-  Me senté en el filo de la cama que era bastante amplia; acaricie su frente para tratar de calmarla pero no estaba funcionando, así que me recosté por completo poniendo a la bebé en medio de los dos y  gire a Julissa para que quedará frente a frente conmigo, nuestros ojos chocaron y un escalofrío recorrió mi cuerpo causando un ligero espasmo en mi espalda- No llores Julissa, mira a nuestra hija ya esta tranquila y ahora duerme en medio de los dos, ella crecerá sana y no le faltara nunca en su vida amor porque tiene a sus papás que la aman con toda su existencia-

-Lloro por que se que no la veré crecer, no la veré pronunciar su primera palabra ni comer su primera papilla, ni en su primer día de clases, no podre celebrar con ella su primera calificación ni la podre animar cuando saque su primera nota mala, no la veré graduarse ni podre conocer a su primer novio ni su primer trabajo, no la veré cuando se case ni podre cargar a nuestros nietos y  tampoco envejeceré a lado tuyo ni aunque viviría otros 50 años más-

En El Corazón De Gian...Hasta El Final.  Libro IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora