Capítulo 17; Interpretando mi papel (Editado)

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En cuanto accedo al interior observo cómo mi hermana y Naim están en un extremo discutiendo, y sé a ciencia cierta y sin necesidad de escuchar su conversación, que están hablando de mí

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En cuanto accedo al interior observo cómo mi hermana y Naim están en un extremo discutiendo, y sé a ciencia cierta y sin necesidad de escuchar su conversación, que están hablando de mí.

Mi primer instinto es acercarme a ellos, no quiero que discutan por mi culpa, pero entonces la veo, y la respiración se me corta.

El puto Mike no se quedaba corto. Megan está increíble con esas mallas y esos zapatos de tacón. En cuanto se agacha para quitarse los zapatos, me muestra la maravillosa visión de su trasero, y siento como un calor sofocante se apodera de mí.

Entonces observo cómo el puto Mike está junto a ella mirándole el culo como un puto baboso, relamiéndose los labios como si mi topi fuese un filete y él estuviese hambriento.

La ira que creía tener bajo control vuelve a florecer en mí y se triplica cuando la mirada de Mike se desvía del trasero de Megan a mis ojos. Veo una chispa de diversión asomar en ellos, alza una ceja de forma sugerente y sonríe de medio lado de forma siniestra.

Me contengo para no acercarme en ese preciso momento y estrellarle la cabeza contra el mostrador, y en vez de hacer lo que deseo, hago lo que debo.

Escucho cómo David y Marc discuten sobre quién ganará a quién, y decido intervenir.

— Eso aún está por ver capullos.

David y Marc hacen una fiesta al verme, pero creo que son los únicos que se alegran de que yo esté aquí. Mi hermana parece haberse tragado un limón y Naim no tiene mejor aspecto. Pero mis sentidos como siempre están puestos en mi pelirroja.

Observo cómo Megan se incorpora precipitadamente y se gira para mirarme con esos increíbles ojos negros totalmente sorprendida. Su maravillosa melena de rizos danza de un lado a otro y yo quedo completamente fascinado.

Un leve rubor ha cubierto sus mejillas, supongo que como consecuencia del enfado que aún debe tener conmigo. Aunque yo prefiero engañarme pensando que se debe a la sorpresa de tenerme delante.

Al momento vuelve a girarse y termina de calzarse los espantosos zapatos que han sustituido a sus botas de tacón, ignorándome por completo.

Me acerco a ella, y hago un esfuerzo sobrehumano para mirar a Mike con normalidad y hacerle un gesto con la cabeza a modo de saludo. No me pasa desapercibida su mueca de disgusto y el desconcierto en su mirada, y aguanto una sonrisa.

El muy cabrón quiere ponerme al límite, y no voy a seguirle el juego.

Megan se incorpora, y evito acariciar cada rasgo de su cara con la mirada. Pero como no soy de piedra, mis ojos me traicionan parándose más de lo debido en sus labios.

— ¿Cómo va todo topi? — Pregunto con el mayor tono de indiferencia que soy capaz de simular.

Megan permanece callada, mirándome fijamente, y por un segundo pienso que va a recriminarme el hecho de que la dejara sola hace unos días y me marchara de aquella forma tan repentina.

Los secretos de IZAN © EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora