Capítulo 56; El funeral.

6.8K 428 171
                                    

MEGAN

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

MEGAN

Treinta y nueve horas, cuarenta minutos y siete segundos, ese es el tiempo exacto que ha transcurrido desde que mi vida dio un vuelco tan brusco que consiguió arrancarme el corazón, dejarme sin respiración y desestabilizar todo mi mundo en tan solo una milésima de segundo.

Dos segundos, dos palabras...eso fue lo único necesario para hacerme temblar, llorar, abrazarme a mí misma, escurrirme al suelo incapaz de permanecer en pie y gritar de frustración y de dolor hasta quedarme afónica. Las dos palabras que quedarán grabadas a fuego en mi mente de la peor manera posible, las dos palabras que nadie, jamás, bajo ningún concepto quiere escuchar. "Ha fallecido".

Siempre he escuchado que la vida puede cambiarte de un minuto a otro, que hay que aprovechar cada segundo, sonreír, disfrutar, decirle a las personas importantes para nosotros cuanto las queremos...y siempre pensamos que es un tópico. Porque es mucho más fácil para nosotros ignorar el hecho de que para morir solo hay que estar vivos, y que realmente estamos en el mundo de forma transitoria. Y yo lo he aprendido de la peor manera posible.

Hace diez minutos que el funeral terminó, pero soy incapaz de moverme de delante de esta lápida que para nada le hace justicia a la persona que yace bajo ella.

El vacío en mi pecho se hace más grande a cada hora que pasa, y sé que lo peor aún está por venir. Las lágrimas me impiden ver correctamente y a cada pocos segundos tengo que limpiar mis mejillas, si sigo así terminaré con la cara irritada, al igual que ya lo están los rabillos de mis ojos.

Siento una mano sobre mi hombro y tardo un poco más de lo normal en mirar a la persona que está junto a mí.

-Será mejor que nos vayamos Megan, va a comenzar a llover.- Los ojos de mi compañera de habitación me miran con una emoción que va desde la compasión a la tristeza.

Yo miro al cielo y compruebo que tiene razón. Está encapotado y es solo cuestión de segundos que comience a llover.

-Te dejo unos minutos más para que te despidas. Te esperamos allí.- Dice mientras hace un movimiento con el mentón indicándome el lugar donde están todos mis amigos.

Sarah me mira desde la distancia, Marc tiene los brazos cruzados a la altura del pecho mientras mira hacia abajo y juega con alguna piedra del suelo, David tiene las manos en los bolsillos de su americana mientras mira al cielo. Creo que es la primera vez en la vida que no lo veo sonreír. Y Keyla...Keyla está llorando desconsolada en brazos de Naim.

Aparto la mirada de mi amiga y vuelvo a centrarla en la lápida que tengo frente a mí. Una voz ronca y extraña sale de mis cuerdas vocales.

-No hace falta que te marches Jessy. Ya me he despedido.

Mi amiga asiente lentamente a la vez que me rodea por los hombros con un brazo y me atrae hacia su cuerpo, guiándome por el camino de vuelta al lugar donde tenemos los coches aparcados. El mismo en el que me está esperando mi grupo de amigos.

Los secretos de IZAN © EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora