MEGAN
Puedo sentir la mirada de todos nuestros amigos clavada en mí y la de Izan que está a mi vera también. Ignoro si está preparado para explicar lo que ha sucedido o porqué ha sucedido, por lo que decido no abrir la boca hasta que él no se pronuncie.
Siento los dedos de Izan sujetándome el mentón, y con un leve movimiento me obliga a mirarlo. Sin apartar su mirada de mis ojos se acerca lentamente, baja la mano acariciando mi cuello hasta sujetar mi nuca y deposita un suave beso en mis labios que me deja con ganas de más, mucho más.
Luego me envuelve entre sus brazos y yo me dejo arropar apoyando la cabeza en su pecho mientras escucho el latido de su corazón que aún se mantiene a un ritmo más rápido de lo normal. Cierro los ojos y aspiro el maravilloso aroma que emana su cuerpo, y su esencia consigue tranquilizarme.
Los fantasmas han desaparecido.
-Ahí tienes tu respuesta colega.- Escucho la voz de David entre risas que me devuelve a la realidad. Qué fácil es olvidar todo lo que hay alrededor cuando estoy entre los brazos de Izan. -¡Eso es lo que ha pasado!
Me avergüenza mirar a mis amigos, pero sobre todo me muero de vergüenza de mirar a Keyla.
Levanto el rostro del pecho de Izan que aún me sujeta por la cintura, y cuando me armo de valor para mirar a nuestros amigos me extraña no ver ninguna mirada de sorpresa, todos sonríen en mayor o menor medida. ¿Tan evidente era esto para todos?
-¡Ya era hora joder!- Grita Marc, y el resto comienza a reír, a aplaudir y a vitorear.
-Todos estaban al tanto de lo que yo sentía por ti.- Dice Izan en un susurro como respuesta a mi pregunta no formulada.
-¿Keyla también?- Pregunto sorprendida.
Izan me dedica media sonrisa tímida mientras asiente.
-Ella fue de las primeras en enterarse.
Yo me giro sorprendida para mirar a la traidora de mi amiga, pero ya no hay rastro de nadie en la calle más que Izan y yo.
Siento el roce de los labios de Izan en mi cuello y mis ojos se cierran instintivamente mientras un escalofrío me recorre el cuerpo.
-No puedo creerme que por fin te tenga entre mis brazos.- Dice en apenas un susurro sin parar de darme besos mientras me aprieta contra sí.
-Ni yo...me parece un sueño.
-Pues por favor no me despiertes.
Le abrazo fuerte, entierro la cabeza en su pecho y hago lo que tanto me gusta, empaparme de su olor.
-¿Quieres volver a entrar? ¿O prefieres que nos marchemos a otro sitio?- Dice susurrando contra mi cuello mientras su aliento me acaricia el cuello y vuelve a erizar los vellos de mi cuerpo.
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Los secretos de IZAN © EDITANDO
RomanceElla es brisa, él fuego, juntos un incendio incontrolable. Ella; marcada por una infancia traumática. Él; devastado por un terrible secreto del pasado. Un odio irresistible, una profunda desconfianza y aun así una pasión arrolladora y una atracción...