Capítulo 33; Hoy va a ser mi noche

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IZAN

Llevo prácticamente todo el día buscando a Megan por la pista. Me he decidido y no quiero esperar para hablar con ella. Naim tiene razón, no tiene más sentido darle tantas vueltas. Quién no arriesga no gana y yo necesito decirle todo lo que siento por ella. Sé que por culpa de la mancha de carmín en mi cuello de esta mañana piensa que anoche estuve con alguna chica. Lo que no estoy seguro es si el enfado que parece tener es porque cree que he estado con alguien o porque se arrepiente de lo que sucedió anoche.

Cuando llego al final de la pista distingo el increíble color fuego de su pelo que sobresale del gorro negro que le he dejado. Está distraída contemplando a un pequeñajo que debe de haber nacido esquiando porque la destreza que muestra no es normal para la edad que tiene. Cuando llego a su lado la sujeto por la mano para alejarla del gentío y poder hablar con ella con tranquilidad.

Mi corazón late con fuerza y las manos me sudan ante la expectativa de su reacción cuando me declare. Estoy más nervioso que un niño la noche previa a navidad.

-Por fin te pillo sola.- Megan se gira lentamente y me contempla con el ceño fruncido sin comprender a qué me refiero.- Tenemos que hablar.

Mi pelirroja me mira con los ojos desorbitados y aunque sé perfectamente que no quiere hablar conmigo no tengo intención ninguna de dejarlo pasar. Ya no soporto más este tira y afloja, este maldito calvario en el que llevo viviendo los últimos meses. De una forma o de otra esto lo dejo zanjado hoy.

-No tenemos nada de qué hablar Izan.

Me dice esquivando mi mirada, y yo solo puedo mirarla con una ceja alzada, completamente incrédulo.

-Pues yo creo que sí que tenemos mucho de qué hablar. ¿O acaso anoche no sucedió nada para ti?

El pulso se me acelera mientras temo que afirme que efectivamente para ella no significó nada.

Megan se muerde el labio inferior y vuelve a mirarme fijamente.

-Yo...yo no he dicho eso. Pero es evidente que para ti no fue nada.- Dice en apenas un susurro.

La miro perplejo. ¿He oído bien? ¿Piensa que para mí no significó nada? ¿Por eso está enfadada? Casi grito de alegría ante esa mera expectativa, pero tengo que cerciorarme antes de lanzar las campanas al vuelo.

-Topi, no pongas palabras en mi boca que yo no he dicho ¿Qué te hace pensar eso?

Megan me mira furiosa.

-¿No es obvio? Por favor me siento tan humillada.- Dice mientras se tapa la cara con ambas manos, y comienza a negar con la cabeza. Yo la miro sin entender absolutamente nada. ¿Qué significa que se siente humillada? ¿Está avergonzada? ¿Se arrepiente? ¡Joder!- Olvida lo que pasó anoche, fue un error.- Sentencia, y me dedica una mirada más gélida que el hielo que hay bajo mis pies.

Los secretos de IZAN © EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora