IZANNo debo entrar, sé que no debo hacerlo. Esta es una batalla que debe librar mi pelirroja sola, y aunque sé que ella tiene fuerza para enfrentarse a esto, temo lo que su madre pueda hacerle sentir. Es una hábil manipuladora que lleva años maltratándola psicológicamente y sabe a la perfección que teclas tocar para hacer que mi topi se desmorone y tire por la borda su futuro solo para quedarse con ella.
Doy vueltas por el pasillo pero caminar no me calma y finalmente me siento en una incomodísima anodina silla de plástico ideada supongo para que los visitantes no se sientan muy cómodos en ellas y se marchen cuanto antes del lugar.
Escucho unos pasos que se acercan y el corazón me da un vuelco, no he dejado de pensar en que mi hermana haya llamado a mi madre mientras veníamos y que se presente aquí por sorpresa. Rezo para que sea mi topi en vez de mi madre. Traslado la mirada del techo al lugar del que provienen los pasos y veo a Megan que se acerca con la barbilla temblorosa y con paso decidido. Está aguantándose las lágrimas y yo me levanto de un salto, la abrazo fuertemente para que sepa que, sea lo que sea lo que su madre le haya dicho ella no está sola.
Megan me rodea con sus diminutos brazos, hunde la cabeza en mi pecho y comienza a llorar desconsolada.
Yo no le hablo, solo la sujeto, le acaricio el pelo y le permito desahogarse.
Una señora ataviada con una bata blanca se acerca a nosotros impasible ante las lágrimas de mi pelirroja e interrumpe nuestro abrazo.
Supongo que trabajando en este lugar ya estará más que acostumbrada a ver a la gente llorando. Qué horror acostumbrarte a ver a la gente sufrir.
-¿Sois los familiares de Elena Madox?- Nos pregunta mientras ojea unos documentos que tiene en la mano.
Megan se retira de mí y asiente mientras se limpia las lágrimas que aún ruedan por sus mejillas.
-Me han informado que había venido algún familiar a visitarla pero no me ha dado tiempo de llegar cuando estaba con ella en la habitación. Soy la doctora Zafón, psiquiatra del centro.
-Yo soy Megan Madox, la hija de Elena.- Dice mi tipo con voz aún temblorosa.
-¿Te importaría venir conmigo a mi despacho? Me gustaría informarte del estado de salud de tu madre y de nuestro plan de actuación.
Megan comienza a andar tras la doctora, pero a los pocos pasos se gira y me tiende la mano para que vaya con ella. Yo me acerco, y en vez de darle la mano la sujeto por la cintura. Parece tan temblorosa que me da miedo de que se caiga de bruces al suelo.
Llegamos al final del pasillo y la doctora abre una puerta que se encuentra cerrada con llaves, y tras la cual se encuentra un pequeño despacho con un enorme archivador en un extremo y un pequeño escritorio al otro.
-Sentaros por favor.- Dice mientras nos indica dos sillas libres y ella da la vuelta para situarse al otro lado de la mesa.
Mi chica y yo nos sentamos y yo observo cómo Megan vuelve a morderse el labio y a mover la pierna de arriba abajo. La sujeto de la mano y le doy un leve apretón. Ella me mira y muestra media sonrisa cansada que no llega a sus ojos.
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Los secretos de IZAN © EDITANDO
RomanceElla es brisa, él fuego, juntos un incendio incontrolable. Ella; marcada por una infancia traumática. Él; devastado por un terrible secreto del pasado. Un odio irresistible, una profunda desconfianza y aun así una pasión arrolladora y una atracción...