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Aburrido.

Simplemente aburrido.

La forma en que los monokumas robots están matando a los adultos es tan aburrido.

Los gritos y lágrimas que sueltan son tan predecibles, se ven patéticos y ridículos rogando por sus miserables vidas. Corriendo con desesperación hacia ningún lado en realidad cuando el resultado será el mismo; mientras que el fuego va consumiendo todo lo que encuentra a su paso: no tiene piedad, no tiene misericordia.

Por todo eso, es aburrido.

Kamukura Izuru observa, desde la azotea de un destruido edificio, la matanza que se está realizando en la ciudad Towa.

Una ciudad demasiada aburrida.

Los ojos rojos desvían su atención de los adultos, retorciéndose de dolor por la muerte que pronto tendrá, hacia la puerta del edificio de enfrente.

Entrecierra los ojos y se pone de pie cuando Komaeda Nagito ha salido.

Al haber pasado una semana y comprobar que la rutina del chico pálido es la misma, Kamukura ideó un plan de poner tablas conectadas a los edificios del camino del albino, quien frunce el ceño al sentir aquella penetrante mirada siguiéndolo.

Komaeda no es ingenuo, sabe que alguien lo está siguiendo desde hace una semana, pero no tiene ni idea de quién se trata, si es un alfa o un omega, un remitente o alguien de la Fundación del Futuro; y tampoco sabe la razón del porqué lo hace.

Es decir, por qué alguien tendría la molestia de seguir a una basura como él.

Sin embargo, el omega debe admitir que no le incomoda; es más, por alguna extraña razón le gusta, le encanta, hace que se sienta seguro porque desde que aquella persona apareció su mala suerte no ha vuelto ha interferir.

Y Kamukura sabe que el albino tiene noción de su acosamiento, no es que está bloqueando la mala suerte de suertudo de preparatoria sin ningún motivo, lo hace debido a que no quiere que este resulte herido.

Cuando llegó a la ciudad Towa y vio las heridas de Komaeda, causada por su mala suerte, tomó la decisión de bloquearla. No puede tener diversión si el omega va a estar con heridas, suficiente tiene con el trato que recibe por parte de aquellos  niños insoportables.

El alfa está que estudia las condiciones para poder acercarse al albino.

No obstante, Kamukura deja de caminar por los tejados cuando Komaeda ha ingresado a otro edificio.

No estaba en sus planes.

—Que aburrido.

Murmura con molestia y se queda esperando a que salga, lo cual toma aproximadamente dos horas.

Cuando el omega alza la cabeza, el azabache se hace para atrás con rapidez y chasquea la lengua con molestia. Al parecer, Komaeda no quiere seguir jugando al gato y ratón; aquello hace que su alfa se emocione y vuelve a chasquear la lengua con molestia.

Para Kamukura, lo preferible es que todavía no se encuentren, quiere seguir analizando la razón por la que su lado como alfa se inquieta cuando se trata del omega.

Aunque, quiera tenerlo debajo suyo de una maldita vez.

Aunque, quiera verlo retorcerse de placer consecuencia de su persona.

Aunque, quiera divertirse de tantas formas con el pequeño omega.

Tiene que seguir analizando tanto a su alfa como al de ojos grises.

***

Lento.

Kamukura sube las escaleras para llegar a la azotea a un paso lento.

Impredecible © (Kamukoma/Omegaverse) [Primera Temporada] |Terminada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora