Impredecible © (Kamukoma/Omegaverse) [Primera Temporada] |Terminada|

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Monaka evita soltar un pesado suspiro, juega con unos cuantos fideos, enrollando en el tenedor, los mastica con lentitud y traga con nerviosismo cuando el aroma del omega ha aumentado.

—Mhm, Komaeda —no lo mira, prefiere seguir observando la cena—. No debes estar intranquilo. Ese idiota no debe tardar.

Suelta un gemido de queja, deja el cubierto por la frustración, la cual siente, y pasa sus manos por encima del rostro. No es que éste intranquilo, está celoso; Kamukura le dijo que iría hablar con Naegi sobre un acuerdo para que la Fundación del Futuro dejará la ciudad Towa, claro que el albino hizo un gran berrinche debido a que no quiere que se vea con el omega de cabello castaño; pero el alfa no le hizo caso y terminaron peleando, nada grave finalmente.

—Debo ir a buscarlo —susurra poniéndose de pie sin vacilación.

—No creo que sea buena idea —bebe el refresco—. Harás que se enoje.

—Es que... —muerde su labio inferior y calla.

Suspira derrotada.

—El idiota te ama demasiado, no debes desconfiar

Cruza los brazos con seriedad.

—Además, ¿qué Naegi Makoto no era tu dios por ser la esperanza?

Komaeda desvía la mirada con incomodidad, balbucea sin saber qué decir, los ojos se le cristalizan y la horrible opresión se hace presente en el pecho.

Simplemente, no quiere que este con el de ojos verdes. La forma en la que le coqueteaba era tan desvergonzada, lo peor es que el azabache no se dio cuenta, no hizo nada.

—Si se mete con Izuru, no importa quién sea —aprieta las manos en forma de puños—. Esperanza o no, Izuru es solo mío.

El alfa hembra silba y sonríe con arrogancia.

—Si que estás enamorado —niega sin poder evitarlo y lo mira con cariño—. Es agradable verte así.

Se sonroja.

—Iré a buscarlo.....y voy a traerlo.

—Te acom...

—No —interrumpe con determinación—. Alguien debe quedarse por si...

Asiente, lo entiende, es mejor si no pronuncian ese asqueroso nombre.

—Ten cuidado —le da un cuchillo—. No dudes en usarlo.

Acepta el arma con filo.

—Soy servant, después de todo.

Besa la frente de la niña con dulzura, le sonríe para que esté calmada y sale de aquella casa rumbo al lugar, en el cual siente y cree, que está su alfa.

Por otro lado, Makoto acomoda su cabello con nerviosismo, sus mejillas están algo rojas, bufa al saber que es estúpido y se apoya encima de la pared. Estuvo demasiado sorprendido cuando Kamukura Izuru le mandó una carta en la cual dice que quiere hablar con su persona sobre un tema de suma importancia, la sola idea de volver a ver al imponente alfa hizo que aceptará sin dudarlo y, por supuesto no le ha dicho a nadie respecto a este encuentro clandestino.

—Eso lo hace más excitante.

Murmura sin darse cuenta.

El corazón se le acelera al escuchar unos pasos lentos, los cuales se aproximan hasta dónde está, desde las sombras, la silueta de aquel ancho y escultural cuerpo sale junto con el par carmín.

—Kamukura Izuru —dice con los ojos bien abiertos—. Hola.

—Que aburrido.

El tono es el mismo.