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Para Togami Byakuya no había sido difícil encontrar el refugio en el cual está escondiéndose Kamukura Izuru junto con el Suertudo Definitivo de la clase 77, simplemente había estado observando las casas, edificios, y deducido en cuál de todas pueden estar; es decir, si están viviendo en una, esta no debe verse tan abandonada; por lo que, no entiende cómo es que el Boxeador Definitivo, Sakakura Juzo, informó a los otros grupos de la Fundación del Futuro de que no estaban en la ciudad Towa.

¿Acaso mintió? ¿Por qué lo hizo?

Ese alfa más que nadie desea exterminar a todos los remitentes de la desesperación, entonces, por qué ocultarlo, cuál fue la principal razón de hacerlo. Suelta un cansado suspiro, había estado caminando por horas, pero no es impedimento para seguir caminando a aquella casa.

—Tsk —masculla al observar como dos alfas se aproximan.

Decide esconderse detrás de un poste, acomoda sus lentes para poder tener una mejor vista y observa cómo los dos hombres susurran algo para después, cruzar la calle, evitando pasar junto a la casa de dos pisos. No dice nada, espera que estén lo suficientemente lejos y avanza con cautela, preguntándose el motivo, por el cual decidieron tomar el camino más largo.

Una vez que está a pocos centímetros, lo entiende. La intensidad del aroma del alfa de cabellera oscura es tanta, demasiada, a tal grado que el rubio se marea, está aturdido, y vuelve acomodar los lentes para retroceder.

—Esto será un problema.

Susurra, mientras piensa en alguna forma de poder entrar y encontrar a Komaeda Nagito.

Es primordial que lo haga.

Sumamente esencial.

Decide ir a la parte de atrás, al igual que la entrada, el aroma es intimidante, se vuelve a marear y su lado alfa le dice que es una mala idea, es mejor hallar otra manera de poder entablar la conversación con la vainilla. Sin embargo, sabe que no es posible, Kamukura no va a dejar a su pareja andando solo por la ciudad, exponiendo al peligro.

Ningún alfa haría eso.

Son tercos, celosos, arrogantes, posesivos y, por ende, territoriales.

La probabilidad de que el de ojos rojos esté dentro son altas. Literalmente, el Heredero Definitivo está jugándose la vida.

—Todo por la restauración de la humanidad.

Dice pisando el césped, el corazón le late con fuerza, tiene miedo, no puede negarlo. Observa las ventanas, no falta nada para que la noche llegue, así que debe aparecer luz en una de ellas.

—Bingo.

Sonríe mirando la ventana del segundo piso del lado izquierdo, si tiene un buen equilibrio podrá escalar hasta aquella ventana, espera que esté abierta y que sea del omega de ojos grises. Empieza a subir, agarrándose de los bordes y sin mirar hacia abajo.

—Mierda.

La ventana está atorada, la única solución es hacer ruido, pero eso es lo último que quiere hacer.

—V-vamos —dice haciendo presión y se tambalea cuando la luz se apaga—. Joder.

Quién sea que haya estado a dentro ha salido, solo ruega de que no lo hayan escuchado y aprovechando esto forcejea la ventana, logrando abrirla y entrar con rapidez sin dudarlo.

Es un pequeño dormitorio.

Está en un pequeño dormitorio.

Duda que sea de Komaeda Nagito, es decir, está decorado con toques femeninos; de seguro, es de la niña Towa. Con sigilo sale del lugar, se asoma para verificar que no hay nadie por el pasillo y comienzan a abrir las puertas con lentitud.

Impredecible © (Kamukoma/Omegaverse) [Primera Temporada] |Terminada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora