Impredecible © (Kamukoma/Omegaverse) [Primera Temporada] |Terminada|

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Kamukura observa con aburrimiento las dos IA de el alfa de cabello rubio, baja la mirada hacia las dos cabezas de oso, una blanca y la otra de color negro, guarda los dos pequeños artefactos en el bolsillo vacío de su saco, pues en el otro está el chancho de Nanami Chiaki.

—Que aburrido.

Pronuncia cerrando los ojos y se queda parado en medio de los escombros, escucha el sonido de los gritos llenos de desesperación y el aroma a azufre llega a sus fosas nasales. Arruga la nariz con asco, gira el rostro hacia la derecha y recuerda que la vainilla no está.

—Que aburrido.

Repite empezando a caminar sin rumbo.

¿Qué debería hacer? ¿Ir detrás del albino?

Sigue molesto, le cuesta asimilar el hecho sobre que fue a rescatar a la mocosa en vez de irse con él para comenzar su nueva vida. Entiende, debido a que es alfa, que Komaeda se dejó guiar por el lado materno, el cual poseen los omegas; porque al final de cuentas Monaka es una cachorra y tanto el de ojos grises como ella han convivido, tienen momentos agradables. Sin embargo, al ver como el albino se preocupaba por la niña, rogando con su mirada que fuera con su persona, las lágrimas de decepción; todo aquello hizo que se sintiera celos.

—Que aburrido.

Aprieta las manos en forma de puño y patea con fuerza un pedazo de piedra haciendo que esta vuele por los aires estrellándose contra un poste. La opresión en su pecho crece, es desagradable, le quema, arde, hace que quiera descargar toda la rabia y cólera, las cuales hacen que gruña, con cualquier cosa o persona que se le atraviese por el camino.

—Que aburrido.

Dice mientras deja que la unión de la marca lo lleve hasta donde está su omega.

No va a dejarlo, eso está claro, lo que hará es arreglar el maldito problema. Aunque, el albino no quiera verlo ni escucharlo, no importa si es por las malas van a solucionar la estúpida pelea.

Por otro lado, Monaka sigue aturdida tras las palabras del Suertudo Definitivo de Preparatoria. Había mencionado el tema sobre que será la nueva Enoshima Junko, la convertirá en una copia tan perfecta que al final no será será eso, la transformará hasta el punto de hacerla mejor que la original.

—Que repugnante —murmura la niña cerrando los ojos y aspirando la vainilla— ¿Es buena idea que me lleves cargada?

Observa la pequeña marca en el pálido cuello.

—Es decir, ahora que llevas el cachorro de ese alfa.

—Estamos bien —interrumpe con brusquedad—. No tienes porqué preocuparte.

No quiere pensar en Kamukura por el momento.

Solo hará que llore, de nuevo.

—Mhm, ya veo —murmura sintiendo una punzada de culpa—. No te preocupes, Komaeda. Él vendrá por ti.

Aquellas palabras hacen que el corazón del albino empiece a latir con demasiada fuerza, muerde el labio inferior con fuerza y sacude la cabeza de un lado a otro.

—Sabes, es raro que al final hayas encontrado a alguien —la niña habla con sinceridad—. Es decir, los dos pensamos que íbamos a terminar solos —sonríe de medio lado—. Es bueno que por lo menos tú hayas obtenido la felicidad.