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Tranquilidad.

Si hubiera una palabra la cual tendría que describir el ambiente entre Kamukura y el omega sería aquella.

Tranquilidad.

Tranquilidad pura.

A pesar de que la ciudad continúa siendo víctima de la desesperación, el hecho de que las personas sigan muriendo, que el juego de los Guerreros de la Esperanza no ha terminado y el tema de que Toko está por entregar a la hermana menor de Naegi Makoto; todo eso parece no importar en la pequeña burbuja, la cual han creado los dos sin darse cuenta.

Komaeda está sentado, en un extremo del sofá de tres personas con las piernas extendidas, tiene puesta una de las camisas del contrario y su concentración está en el nuevo libro. El caso es sobre unos adolescentes, quienes están atrapados en una antigua casa, hay un chico a quien le gustan los animales y quiere matar a uno de sus compañeros, a uno que le falta poco tiempo de vida, para así hacer que los demás sobrevivan.

Por otro lado, el azabache está mirando a través de la pantalla de la laptop la ubicación de la Academia Pico Esperanza y hace el cálculo de cuántos días va a demorar en ir y venir; asimismo, también, está creando un programa para juntar las IA de Enoshima Junko.

Automáticamente, alza la mirada para observar a Komaeda. El rojo se encuentra con sus mejillas pálidas, al quedarle algo grande la camisa solo los dedos de las manos están expuestas, sus ojos recorren cada palabra del libro con rapidez, puede ver emoción en ellos y baja un poco su mirada para toparse con las piernas tan blancas del omega; si no estuviera en el sofá de una persona empezaría a acariciarlas.

De repente, la imagen de un albino llorando aparece en su mente después de que le ha dicho que debe irse. Sabe que será un problema, el Suertudo de Preparatoria creará que realmente va a dejarlo, entrará en una gran depresión y quién sabe, tal vez opte por suicidarse; por lo que, tiene que darle una prueba, la cual garantice que volverá.

—Nagito —lo llama con suavidad y este lo mira inmediatamente—. Ven.

Retira la laptop, palpea su regazo y las mejillas del omega cobran color. Deja el libro, se pone de pie con nerviosismo y se sienta con cuidado en el regazo del azabache con las piernas hacia la izquierda.

— ¿Qué sucede, Izuru? — Cuestiona con timidez y se sonroja más cuando siente como los brazos enrollan su cintura con firmeza.

—Quiero hacerte una pregunta —asiente con los ojos bien abiertos— ¿Qué piensas de las parejas destinadas?

Hay asombro en el gris.

—Mhm, no lo sé —dice con sinceridad—. Jamás me puse a pensar en eso, tampoco he conocido a una pareja destinada.

—Entiendo —decide cambiar la pregunta— ¿Crees en ello?

El gris muestra más asombro y arruga la nariz al no saber por qué está qué le pregunta sobre este tema tan enigmático.

—No lo sé —repite soltando un suspiro—. Mis pensamientos siempre han estado enfocados en encontrar la absoluta esperanza, no en descubrir si eso de los destinados existe o no.

Alza los con hombros dando a comprender que no le interesa.

—Es extraño que Izuru pregunte estas cosas —entrecierra los ojos mirando al alfa— ¿Por qué tu curiosidad?

Decide revelarle su análisis.

—Estuve estudiando la necesidad del querer estar contigo, Nagito —el nombrado coloca algunos mechones negros detrás de su oreja—. Sabía que no era normal el que mi alfa este al pendiente de ti. Al principio, la respuesta era que solo quería cogerte —recibe un gran sonrojo—. Pero, después de tu primer celo, la necesidad continuaba; por lo que, tuve que cambiar las variables, las cuales dieron una respuesta lógica.

Impredecible © (Kamukoma/Omegaverse) [Primera Temporada] |Terminada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora