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El tiempo es algo inevitable, nadie puede tenerlo, es inexplicable el sentimiento que se apodera en el pecho de uno cuando observa el pasado y lo compara con el presente. En como lo que pensabas qué harías a futuro resultó ser algo completamente diferente.

Aquello ha pasado con Kamukura Izuru.

Llegó a la ciudad Towa con el propósito de obtener las IA de Enoshima Junko y para no aburrirse hasta que el suceso se dé iba a divertirse con Komaeda Nagito. Al principio, creyó, dio la hipótesis que si su lado alfa estaba inquieto cuando se trataba del albino era porque tenía que ver con lo sexual, después de tenerlo debajo suyo sabía que su lado alfa estaría tranquilo.

Sin embargo, no pasó eso, todo lo contrario; luego de aquella noche, el omega se fue de la casa, intentó ignorar las quejas que su alfa le daba y los gruñidos involuntarios que salían cuando entraba al dormitorio, y olía el vainilla el cual seguía en el ambiente. Estuvo apartado una semana entera, analizando hasta la más mínima pizca de su comportamiento y el resultado siempre fue el mismo: nada.

Por primera vez, se había equivocado.

No tiene una respuesta.

Su análisis no sirve.

Quizás fue la suerte del azabache, la cual hizo que el suertudo de preparatoria volviera con él y, aunque, al comienzo no llevó bien la situación las cosas entre ambos han mejorado.

Cada vez que Kamukura quiere follar al albino este está dispuesto a dejar que lo haga, claro que el alfa tiene que darle gestos románticos luego, por así decirlo y sabe que está mal.

El camino que han construido solo hará que Komaeda termine dañado.

¿Cómo parar el círculo vicioso?

Tendría que decirle al omega que se vaya, que no quiere saber nada más, que se aburrió; pero no quiere aquello.

Dejar al de ojos grises solo.

Gruñe molesto ante la idea.

Tiene conocimiento que es alguien posesivo, no lo sabía, ni si quiera conocía su persona, cómo es, sino fuera por el contrario.

¿Por qué con el omega se siente tan vivo?

No entiende, trata de analizarlo y no llega a ninguna respuesta.

Si su lado alfa no quería al albino para algo sexual, entonces para qué lo quiere.

¿A qué se debe aquella maldita necesidad?

La cual va creciendo cada vez más.

Y es tan molesto cuando despierta y aquel sentimiento aparece en su pecho al verlo dormir, el como el sonido de su risa hace que este tranquilo, en sentirse orgulloso cuando el carmín cubre aquellas pálidas mejillas, en tener que besarlo al ver la timidez en el gris.

Simplemente, no entiende.

Es extraño, muy extraño y, claro, la frustración invade sus pensamientos.

Komaeda Nagito es alguien predecible, no obstante, hay ocasiones en las que no lo es. Por ejemplo, al momento de exaltarse y alzar la voz o gritar, cuando están en la intimidad y de la nada deja la timidez de lado para ser un atrevido de primera, querer hacerle bromas al azabache con la larga cabellera que porta, acciones que no esperaba que realizará como aquella vez en la que intentó cocinar el desayuno, el cual no salió nada bien, o la vez en la que casi se cae de un edificio por estar jugando al equilibrio.

Momentos tan predecibles, pero a la vez impredecibles.

Aquella necesidad es debido a lo impredecible que puede llegar a ser el albino en algunas circunstancias, hace que no sienta el aburrimiento; entonces, a qué se debe aquel sentimiento agradable de calidez en su pecho.

Impredecible © (Kamukoma/Omegaverse) [Primera Temporada] |Terminada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora