OMEGA | B. Barnes | S. Rogers

P R Ó L O G O

Prólogo

|T H E  B E G I N N I N G|

Crystal parpadeó varias veces, tratando de enfocar su vista. Todo a su alrededor estaba borroso, como si estuviera viendo a través de una densa neblina. Sentía un calor extraño recorriendo su cuerpo y algo pesado en su cabeza.

Intentó moverse, pero se dio cuenta de que estaba tumbada sobre una superficie fría y metálica, cubierta de cables que se conectaban a su cabeza y otras partes de su cuerpo. La incomodidad era palpable, y su corazón comenzó a latir con fuerza.

A medida que su visión se aclaraba un poco, notó sombras moviéndose a su alrededor. Gente. Personas que parecían estar estudiándola, susurrando entre sí y lanzándole miradas inquisitivas. Se sentía como un espécimen bajo un microscopio.

—¿Qué... qué está sucediendo? —logró murmurar, su voz débil y temblorosa.

Las figuras a su alrededor parecieron detenerse por un momento, como si su voz hubiera roto algún tipo de hechizo. Crystal intentó enfocar su vista en ellos, pero todo seguía siendo un borrón indistinto.

—Está despierta —dijo una voz masculina con tono profesional.

—Avisen al director Fury —ordenó otra voz, autoritaria y firme.

Crystal se esforzó por comprender lo que decían. Su cabeza dolía y sentía una presión extraña, como si algo estuviera invadiendo su mente. Intentó mover las manos para quitarse los cables, pero estaban sujetas firmemente.

—Por favor, ¿qué... qué me han hecho? —su voz era un susurro desesperado.

Uno de los hombres se acercó un poco más, sus facciones aún indefinidas ante sus ojos.

—Tranquila, Crystal. Todo estará bien. Solo estamos asegurándonos de que te recuperes adecuadamente.

Antes de que pudiera responder, la puerta de la sala se abrió con un chirrido. Una figura alta y robusta, con un parche en el ojo, entró en la habitación. La atmósfera se volvió aún más tensa.

—¿Informe? —demandó la figura de manera cortante.

—Ha despertado, pero su visión aún está afectada. El chip parece estar funcionando, pero necesita tiempo para estabilizarse —respondió uno de los presentes.

El hombre con el parche se acercó a Crystal y la miró fijamente, aunque ella solo pudo distinguir su silueta.

—Crystal, estás a salvo. Relájate y deja que el proceso siga su curso. Estamos aquí para ayudarte.

—¿Quién... quién eres? —preguntó Crystal, sintiendo el pánico empezar a subir.

—Soy Nick Fury. Y pronto tendrás todas las respuestas. Pero primero, necesitamos que te mantengas tranquila.

En ese momento, una nueva figura entró en la habitación, una mujer que irradiaba autoridad.

—Fury, no puedes esperar que se relaje con todos nosotros aquí encima. Denle espacio —dijo la mujer, y los demás comenzaron a retroceder lentamente.

Crystal cerró los ojos por un momento, intentando calmar su respiración. Todo era confuso, pero en el fondo sabía que tendría que confiar en ellos, al menos por ahora.

—Hola, Crystal —dijo con voz calmada—. Soy Maria Hill.

—. Estás en SHIELD.

Crystal parpadeó, tratando de procesar la información.