Scorpion x Albus

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"¿Pervertido? Prefiero que me digas que soy coqueto"

Albus caminaba por el pasillo solitario de Hogwarts junto a su hermano mayor, quién le iba recitando largas ideas para ser aceptado en el equipo de Quidditch de Slytherin, aunque a Albus no le importaba mucho, solo asentía de vez en vez. Scorpion, el prefecto de Slytherin, caminaba a cuatro metros de los hermanos Potter junto a su grupo propio de amigos, algunos de Slytherin y dos que tres Ravenclaw's, y por más que reía, no le despegaba la mirada al trasero del menor de 6to año de su casa. Sus amigos hacían burla de eso, pero él decía que cada quien miraba al suyo, y acusó a uno de sus colegas de Slytherin de mirar al mayor de los Potter con lujuria, este se sonrojó y se rió de forma exagerada, contagiando a los demás.

Ambos Potter's eran inconscientes de la situación a sus espaldas, pero aún así sabían que desde algún ángulo (sin saber que era desde atrás) los estaban mirando con insistencia. En una esquina determinada, James se despidió de su hermano con un chasquido y un travieso "Juro solemnemente que mis intenciones no serán buenas". Albus sonrió y negó con la cabeza, diciendo su parte del lema "Asegúrate de realizar tu travesura", James asintió en seco, yendo a por su Teddy Lupin.

"Mío" pensó Scorpion al ver al menor solo. Con una promesa se despidió de sus colegas, acercándose al menor por su espalda, este admiraba el amanecer por el gran ventanal. Scorpion no se resistió y le dio una palmada en el trasero que hizo que Albus soltara un insulto al aire, antes de voltear y ver como el rubio seguía de largo su camino con una sonrisa triunfante.

- Ya empezamos otra vez...-bufó Albus, frotando su rostro frustrado con su mano.

Al día siguiente les tocaba pociones, que aburrido. No, alto. No lo era tanto, tendría a su pequeña serpiente con él. ¡PERFECTO!. Sonrió el mayor, amarrando con rapidez su largo cabello rubio, para luego alisar las pocas arrugas de su túnica antes de bajar corriendo hacía el comedor, dispuesto a comer como usualmente lo hacía, antes de acabar y correr hacía su salón respectivo, llegando antes que toda la clase.

Albus vio al prefecto correr con fuerza, a lo que solo se resignó a soltar un bufido de desesperación. La que le esperaba en la clase. Al acabar su desayuno, caminó a su clase, acompañado siempre de su mejor amigo Syrius Lee Black, heredero oficial de la fortuna de su difunta madre; Bellatrix Lestrange, y heredero del apellido de su padre... Sirius Black. (Personaje inventado, lógicamente).

Scorpion era alguien celoso y receloso. No había colega suyo que no hubiera presenciado un ataque de celos del Malfoy. Los arranques de celos en el rubio eran todo un espectáculo, era tan afanado por sus amigos (y cierto Potter)  que le resultaba imposible el no explotar cuando alguien lo incitaba a la posesión. Era por eso que muchos prestaron atención exagerada a Albus Potter; un Slytherin prodigio, a Syrius Black; un Slytherin hasta la médula, y en Scorpion; un Slytherin con problemas de posición.

- Cariño, quería saber... ¿Si para la fiesta de Halloween vendrías conmigo? - sonrió tímidamente una Slytherin de 6to año, mientras tomaba la mano del rubio. Este solo la miró con una indiferencia que hasta una roca envidiaría.

De repente, Scorpion escuchó la risa de Albus antes de que este llegara al salón, y emocionado por verle viró hacia la puerta, encontrando el cuerpo divino del Potter. Su sonrisa se desvaneció cuando vio que entró junto a Syrius, quien venía contandodole algo de Quidditch, y d esa padre o algo por su semejanza.

- Basta... Me... Lastimas... -  jadeaba la Slytherin, tratando de soltarse del fuerte agarre que Scorpion ejercia en su mano de forma inconsciente.

- Aquí vamos de nuevo... -  suspiró uno de los amigos de Scorpion. Aunque el rubio lo ignoró de forma directa él sabía que lo escuchó.

-... Estúpido Quidditch, fue lo que dijo luego de que el tal Snape lo derribara con un hechizo de levicorpus... - río Black. Scorpion envidiaba que ese chico lo hiciera reír, lo odiaba en serio.

-...  Severus era todo un genio... - rio Albus.

- Eh tío, que es de la humillación de mi padre de la que estás hablando... -  se río Syrius. Albus río a consecuencia y se sentó frente a Scorpion, como ya le era costumbre había adoptado ese asiento como suyo. Syrius se sentó a su lado sin parar de hablar. Scorpion comenzó a ignorar la charla, pero su mirada estaba fija en el trasero del pequeño Potter.

- bien, Hola adultos... - saludo el profesor, medio dormido -  digo... Alumnos.... - bostezo el profesor, a lo que Albus y Scorpion rieron de forma suave- y así escritas las instrucciones... - en el pizarrón apareció dicha lista-... Pueden comenzar.... - bostezo antes de caer de cara contra el escritorio, quedando dormido mientras los alumnos comenzaban.

1:30 minutos después...

¡BOOM!

Muchos gritaron al oír la explosión, y Albus y Syrius voltearon a ver a Scorpion y su compañero. Su caldero estaba echo pedazos, y ambos Prefectos estaban cubiertos de cenizas. El profesor gruñó una amenaza, y ambos prefectos sonrieron nerviosos.

- te dije que si seguías mirándolo pasaría algo así... - le reprocho su compañero a Scorpion, este suspiró mientras salían del salón.

- es que no lo puedo evitar... - babeo- ¿Viste ese lindo traserito que tiene? - fantaseo el mayor.

- pues no... Pero- Scorpion lo tomo del cuello de la túnica, amenazante.

- Más te vale... - susurró molesto.

- etto... Malfoy, tenemos que hablar... - ambos prefectos voltearon sorprendidos hacia Albus, quien los miraba serio y de brazos cruzados.

- ¿Oh... Enserió...? - sonrió Scorpion de forma traviesa.

- No te hagas el tonto y ven... - sentenció el azabache, marchándose hacia los patios terrenales de Hogwarts, siendo seguido por un sonriente Malfoy.

- ¿Que querías? - dudó sonriente.

- Que dejes de mirarme... - sentenció molesto.

- ¿Qué, porqué? - puchereo el mayor.

-es incomodo, siempre me miras y tocas... - dijo sonrojado- eres un verdadero fastidio... - decretó molesto.

- Pero eres tan lindo, además de que con ese traserito... ¿Ya viste el traserito que tienes? - dijo mirándolo como si fuera su mayor posesión.

- No eh tenido el placer... - bufo con una mano en la cara- maldito pervertido...todos iguales... - mascullo para si.

- ¿Pervertido? Prefiero que me digas que soy coqueto... - sonrió travieso.

- No se ni para que me moleste...  - gruñó Potter, dando por terminada la conversación, volteando para irse.

- ¿significa que puedo seguir tocándote? - sonrió.

- ¡NO! - grito desde lejos.

- Yo sé que si... - se sonroja el rubio, comiendo al contrario con la mirada.

Romance en Hogwarts - One-shorts BLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora