Severus x Remus

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"Poción Mata Lobos"

Takano110

Severus masculló, molesto, quitándose el shampoo de la cabeza. Esos estúpidos Merodeadores habían jugado otra broma en contra de su persona otra vez. Un sustancia pegajosa celeste, moco de calamar, según dijeron ellos. Le llamó la atención no encontrar ni a Lupin, ni a Pettigrew, al momento de la broma, pero tampoco le importó. Una vez sintió que esa espesa masa se había ido de su cabello, cerró la llave del agua y corrió las cortinas de la ducha, tomando una toalla suave para secar su cuerpo.

Se vistió dentro del baño, y pasó un peine por su cabello - extrañamente suave y brillando de un modo peculiar - y luego se echó a su cama, dispuesto a dormir con calma, al menos por esa noche. Al día siguiente despertó como siempre, agotado, cansado y sin ganas de hacer algo. Colocó su uniforme y salió de su cuarto, con libros en mano y varita en el bolsillo.  Caminó directo al patio de Hogwarts, directo al salón de cristal de Herbología. Compartía clases con Gryffindor. Demonios con melena, es otra forma de llamarlos.

- Owww...-murmuró Potter, llamando la atención de varios alumnos de ambas casas, quienes voltearon hacia Severus, soltando varias expresiones de impresión.

- ¿Qué, tengo el resto del calamar en la cara? ¿O que les pasa?- espetó Snape, molesto. Notando entre medio de Sirius, James y Peter, a Remus sonreír con timidez, para luego acabar de ocultarse entre medio de sus amigos.

- Snape, ¿Qué te pusiste en el cabello?- comentó uno de sus compañeros sorprendido- Brilla demasiado...-dijo con una ceja alzada, contagiando al aludido, quien se miró en el reflejo de las paredes de cristal. Era verdad.

- Se ve lindo, a mi parecer...-dijo Narcissa, sonriendo con alegría, lo que Severus hizo una mueca, o un amague de sonrisa. Remus frunció el entrecejo ante eso.

- Bien chicos, ¿ Listos para la clase?- sonrió la maestra, tomando una extraña planta escurridiza que trataba de estrangular James.

- Me gusta esta planta...-sonrió Severus egocéntrico, viendo como la planta derrumbaba a Potter al suelo.

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Era de noche, y la cena había terminado. Severus se levantó luego de que todos se fueron, incluidos los profesores. No le gustaba verse rodeado de gente. Le desagradaba. Iba caminando por el pasillo, cuando, de repente, vio a Remus caminar con velocidad hacia las afueras de Hogwarts, en dirección a los patios externos. Curioso, Snape decidió seguirlo con cautela. La noche siguiente sería luna llena, no quería arriesgarse.

Remus paralizó al árbol boxeador, y luego se escabulló por un pequeño hoyo que había entre las raíces del árbol agresivo. Severus se aventuró a seguirlo, momentos luego, el árbol reaccionó, pero la serpiente ya se encontraba dentro de su túnel interno. El camino era oscuro, húmedo, frío y estrecho, y podía jurar que una araña del tamaño de su mano pasó por sobre su bota.

Ignoró lo más posible el horrible camino. Llegó a una casa, bah, luego de abrir una escotilla se vio dentro de una casa. La casa de los gritos. No se explicaba porque se llamaba así, si la estancia era más que silenciosa. Haciendo instinto sordo caminó hacia las escaleras, pues en el piso superior se escuchaban los pasos de quien él suponía, era el castaño licáno.

- Lupin...- se precipitó al ver al castaño temblar contra una pared desgarrada. El castaño tiritaba, y sangre se escurría de sus viejas cicatrices, tiñendo de rojo la cara del licántropo. Remus no reaccionó, y Severus se acercó impactado al menor.

- No me toques...-exigió Remus. Severus lo pensó unos segundos, ¿Desafiar a un licántropo en estado humano era sabio? No, y aún así se agachó frente a él.

- ¿Qué diablos te pasa?- Remus no se sentía con ganas de discutir con él, y solo respondió.

- Dos noches previas a la luna llena sufro de heridas y espasmos, es parte de las transformaciones que debo completar...- No se molestó en ocultar su condición. Severus ya lo sabía, y no era capaz de buchonearlo como otros alumnos lo harían.

- Creía que los licántropos solo sufrían en luna llena y las sus próximas 13 horas...-dijo Severus pensativo. Remus sintió un impulso de atacar su yugular. Severus evitó la mordida, y luego empujó al castaño contra el suelo, colocándose sobre él, con la intención de doblegarlo a la sumisión- No_me_toques- dijo con un gruñido. Remus se sintió tímido de repente, y obedeció con lagrimas agrupadas en sus ojos.

- Por favor, ayúdame...-pidió el castaño, a lo que Severus se hizo hacia atrás sobre el vientre del menor.

- ¿Por qué debería?- indagó receloso. No olvidaba nada, ye se castaño hacía eso cuando sus amigos lo molestaban, nada.

- Por favor, puedo ayudarte si tú me ayudas a mi...-rogó sintiendo como otra cicatriz de su mejilla se abría. Severus parpadeó ante eso, y de forma automática tomó la mejilla del castaño, tratando de evitar que corriera la sangre.

- ¿Y cómo podrías ayudarme? No me conoces...- "No como me gustaría", pensó realizando una mueca de amargura, sin apartar sus ojos oscuros de los dorados del menor.

- Si lo hago...-jadeó adolorido, sintiendo como otra cicatriz se agrietaba en su clavícula. Severus la miró anonado- Puedo apartar a tu padre de tu madre si tu preparas una poción mata lobos para mi...-lagrimeó. Severus apartó su mano del castaño shockeado- Por favor, no sabes cuanto duele...-lloró ahogado en su propio llanto.

- ¿Cómo sabes que...?- Remus se levantó al ver que Severus se arrodilló a su lado, para luego tomarlo de las mangas de su camisa.

- ¡Malfoy no es una caja fuerte, Snape! -gritó desesperado- Y tus actitudes y cuerpo hablan más de la cuenta, ayúdame...-pidió adolorido, cayendo en la desesperación. Severus desvió su mirada a la luna que se apreciaba por la ventana rota, casi completa.

- ...- Malfoy. Serpiente bocona, traidor.

- Por favor... Solo tú eres mi anestesia, por favor...- apoyó su cabeza en el pecho del azabache, quien lo miró con el entrecejo fruncido. Cerró sus ojos unos segundos. Si, no le haría daño ayudar a ese muchacho.

- Bien...-respondió frío, a lo que Remus sonrió con alivio, dejando caer las últimas lagrimas.

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- Gracias...-susurró el castaño, luego de beber la poción, apoyado en el hombro de Severus. Ambos estaban sentados en el suelo de la habitación, contra la pared. Snape suspiró antes de pasarle otro frasco- ¿Y esto?- indagó Lupin.

- Poción de sueño, no soporto ver a las personas con ojeras...-dijo sintiendo como Remus tomaba el frasco- Me recuerda a la mala salud de mi madre...-dijo melancólico. Lupin la bebió, y antes de caer rendido bajo los efectos del líquido miró a Severus.

- Te lo agradezco, eres el mejor Slytherin y mago que eh conocido... No solo por la poción...-sonrió agotado. Snape lo miró- Por cierto, no me agradeciste por tu cabello...-Severus boqueó desconcertado.

- ¿Tú...?- 

- Modifique el líquido de los chicos antes de que la vertieran en ti...-bostezó, antes de caer dormido sobre Severus, quien vacilante, apoyó una mano cálida sobre el hombro del chico, para luego bajarla a su cintura.

- Quizá, y solo quizá... No todos los Merodeadores sean malos...-suspiró antes de acompañar al castaño en su camino somnoliento.

Romance en Hogwarts - One-shorts BLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora