Romance en Hogwarts - One-shorts BL

Draco X Severus

"Draco quiere su atención ¿Lo Nota Sensei?"

(NA:Esta ya existía, es decir, ya la había escrito, y está como oneshort aparte en mi lista de historias, pero la subo aquí porque sé que le darán más atención aquí que como un solo XD)

¿Clase quieren todos a su sensei? (hai, hai, hai, hai, hai)

Draco no era un chico paciente, mucho menos uno coherente. Malfoy era bien conocido por ser un chico adinerado, guapo, Slytherin y codicioso, pero Severus Snape, su profesor de pociones y el jefe de su casa no lo veía así, solo veía al mocoso rubio, hijo de su mejor amigo en su época de Hogwarts; Lucius Abraxas Malfoy, y como el chiquillo quisquilloso que aceptó como su sobrino. Draco quería a su padrino, pero no de una forma simpática, sino de una forma recelosa y posesiva, igual que una serpiente. Le amaba con toda su alma, y su parte veela le reclamaba como su pareja eterna, claro que Severus a eso no le prestaba atención, y si fuésemos sinceros, podríamos decir que ni lo sabía.

El chico que la mano no levantó va a ser castiga~do...

Draco no era tonto, sabía conseguir lo que quería, y su manera era de por si un tanto dolorosa. Ya sea a través de insultos o de juegos lastimeros, pero Draco Lucius Malfoy sabía obtener lo que quería tal y como lo quería, el tiempo no era importante según él. Severus realizaba una pregunta sarcástica que siempre era respondida con la misma ironía que él utilizaba para realizarla; "¿Clase quieren todos a su sensei?", la respuesta siempre era el alzamiento de manos y un pequeño "si" de parte de sus clases compartidas, pero había alguien que nunca la alzaba, solo dejando ver un inusual hueco entre las manos alzadas, dando a ver con un "desinteresado" Draco Malfoy. La situación era así; El que no alzara su mano sería castigado con detención en el despacho del "murciélago", y claro que nadie quería pasar tiempo con el hombre de cabello negro, pero cierto rubio parecía querer lo contrario, ya que nunca la alzaba, ganándose así el castigo. Claro que el ser el sobrino del agrío profesor de pociones tenía sus ventajas, ya que siempre se quedaban hablando de meras idioteces y cuando acababa el horario del castigo Draco se marchaba, satisfecho por pasar tiempo con el pelinegro.

Me mira como si fuese un crío, aunque me importe una mierda que mires...

Draco había pasado su niñez entera con Severus. Siempre que despertaba de su siesta de las 2:00pm a las 4:30pm Severus se encontraba a su lado acariciando su cabello con una sonrisa que nunca llegaría a mostrar en Hogwarts. Reían y jugaban, incluso habían momentos en los que Lucius decía que Severus parecía un hijo más, pues nunca pasaba tiempo con quién le invitaba a la Mansión Malfoy. Y no importaba cuantos años pasasen, Severus siempre le decía "hola, mocoso", y con una dulzura que nunca demostraba ni por el mismo Lucius le besaba en la cabeza, no importaba que tuviese 16 años, él lo seguía haciendo, y por más que Draco se quejaba realmente no quería que parara, pero si que cambiara de área, digamos que la boca le parecía más atractiva.

Me eh enamorado de ti puede ser, eso o quizá es que soy más adulto...

Draco recordaba la terrible escena cuando su padre entró a su habitación en Malfoy Manor, ¡él tan solo tenía 13 años cuando ocurrió la tragedia!. ¡No merecía que hiciera lo que hiciera su padre, no lo merecía! A lenguas podía verse que en aquel momento en el que Lucius Malfoy entró tambaleándose a la habitación oscura de su hijo a las 12:37 de la noche el hombre estaba ebrio. No podían evitarlo, tenía que ocurrir en cualquier momento, pues Lucius ya había estado dando varios indicios desde que Draco entró a la adolescencia de que quería hacerlo, y lo haría, pero no se esperaba que lo hiciera borracho!. Pero era la realidad, ocurriría tarde o temprano...Lucius se sentó en su cama, haciendo que Draco se sentar sobre sus piernas antes de comenzar; "La charla". Aquella conversación duró cuatro horas, de las cuales, 3 habían sido humillantes para Draco bajo su propio sonrojo, pues hablar sobre el comportamiento y apareamiento Veela sobre las piernas de su padre no era lo más cómodo de la tierra mágica, y la única hora en donde su sonrojo parecía disminuir se la pasó con la cara tapada de la vergüenza. Luego de la charla Draco comenzó a sospechas sobre su cariño hacía su padrino, quizás podría ser amor romántico lo que sentía. Esa fue la primera vez que lo dudó.