Dog collar [Seventeen]

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Abrazó sus piernas buscando dormir, sabía que la otra persona aguardaba del otro lado de la puerta, lo podía ver por el pequeño espacio que había debajo. Cuando se sentía inseguro y con miedo tomaba entre sus manos la placa dorada que llevaba su nombre, lo hacía sentirse relajado, pero ahora que carecía de ella no sabía que buscar, no gritaría, su voz se había cansado de ello hacía tiempo y lo encontraba inútil, ser secuestrado por segunda vez era una clara muestra de una pésima suerte.

Minghao ya lo quería, se sentía seguro con él y lo tomaba como una buena persona, entonces ¿Por qué escapó? Fue un destello cuando vio la oportunidad, cuando la puerta no consiguió cerrarse trato de ignorarla, de dejarlo pasar y descansar hasta el siguiente dia, pero en medio de la noche no soportó y caminó hacia ella con su corazón latiendo, despertó a Woozi esa vez y tomo su mano buscando no hacer ruido. Asi fue como escapó, corrió sin poder ver en medio de la oscuridad, y cuando escuchó el auto acercarse prefirió perderse, soltó a Woozi en un punto y solo se preocupó por huir y abandonarlo. El recuerdo lo estaba matando, él realmente buscaba ayudarlo, sacarlo de ese lugar pero termino siendo peor.

Y cuando aquellas personas lo encontraron en el hospital no quiso que lastimaran a quien lo cuidó, por eso no respondió ninguna pregunta en medio de los ruegos, por eso prefirió mil veces que lo torturaran de cualquier manera, sus labios siempre estuvieron sellados. Sabía que no era cierto lo que ellos decían, su madre no podía estar muerta.

Viéndose encerrado nuevamente no diría nada, si Woozi era feliz de ese modo ¿Quién era para quitarle aquella felicidad? Si esa persona no lastimaba y solo otorgaba un nuevo hogar ¿para qué hacerlo? Ellos estarían felices. Le gustaría volver, contrario a lo que dice la persona al otro lado de la puerta; él no le molestaría regresar, su error podría ser perdonado. Entonces la pregunta surge ¿Lo estarían buscando? Estaba seguro de que si, lo estarían buscando de nuevo preocupado por él.

—¡Ya te dije que no te diré nada!— Le gritó con cansancio. — Vuelvan a quitarme del camino, o hagan lo que ustedes quieran ¡me da igual!

La persona del otro lado no dijo nada, por un segundo Minghao creyó que se haia ido, pero no, aun seguía ahí.

—¿Qué fue lo que te hicieron?

Escuchó tan claro y comprensivo que dudó de que alguien realmente le fuera a lastimar. Quien lo habia lastimado fueron todos, todo Seul, todo doctor, policía, persona, incluso su madre, todos lo habían lastimado. Y él lastimó a quien solo quería ayudarlo. No cometería el mismo error, le protegería con su silencio, o de la manera en la que pudiera, cuidaría de él a pesar de ya no poder verlo.