Mingyu revisó con atención cada esquina de la pequeña oficina escuchando la suave música que el señor Lee usaba para ambientar el lugar. Tan cómodo. Recorrió con la mirada los papeles y cada cajón, solo por curiosidad y no por inquietud, porque en realidad ese lugar solo le traía una inmensa calma. Era hora de irse, todo lo dicho ya estaba hecho y solo esperaba que el secretario le agendara otra cita en una semana.
Se alejó de los problemas, de su trabajo, y de inmediato sintió como la carga se iba de sus hombros, no solo pasó la noche con Wonwoo, también le preparó el desayuno y arregló un poco el departamento cambiando las velas viejas por unas nuevas, porque también fue al supermercado. Por fin compró todo lo que necesitaba para alimentarse correctamente, pero todo eso no fue a su despensa sino a la de Wonwoo la cual ya estaba llena. No regresaría a su departamento en un par de días.
Sabia poco de lo que Jun estaba haciendo; acosar a Joshua y buscar a un nuevo chico junto al que habían perdido, pocas veces vio al chino, las veces en las que llevó a Wonwoo a su trabajo. Se veían fatal. No los abandonó, solo se cuidaba a si mismo del colapso, ya despues volvería a estresarse y a notar que no habia avance alguno en su investigación, por ahora solo quería concentrarse en una vida tranquila.
—¿El viernes estará bien?— preguntó el chico que checaba la agenda. Mingyu asintió. —Ah... ¿Kim Mingyu verdad?... ¿Doctor Kim Mingyu?— Mingyu sonrió ante la mirada inocente del chico, pero no comprendió. —Los trabajos más estresantes suelen ser los que tienen que ver con salud, muchos vienen aquí por ello.
—¿Muchos?— Preguntó Mingyu al ver el lugar vacío con apenas una señora sentada en la sala de espera.
—Es miércoles, tres de la tarde, todos están trabajando. Las horas libres suelen ser de dos a tres o de doce a una, y nadie quiere venir aquí en sus horas libres. Ni siquiera yo.
—¿soy esa excepción?
—Serias, pero tus citas son tan irregulares que creo que te acaban de despedir... Lo siento, suelo hablar de más.— El chico se inclinó un poco con una sonrisa nerviosa pidiendo perdón.
Mingyu consiguió sonreír de nuevo, porque en realidad ya nada le podría molestar estando tan tranquilo, asi que aceptó las disculpas del muchacho.
—¿también analizas a las personas?
El muchacho frente a él se encogió en hombros pidiendo perdón nuevamente, pero Mingyu no estaba ni cerca de sentirse molesto.
—Me gusta suponer.
Observó la pequeña placa, una plateada que adornaba sobre un montón de papeles. Cuando su cita fue agendada agradeció y se preparó para irse.
Boo Seungkwan. No lo olvidaría.

ESTÁS LEYENDO
Dog collar [Seventeen]
FanfictionHoshi debe aprender a vivir recluido contando solo con la compañía de Woozi y su extraño secuestrador. Por otra parte, una investigación se abre cuando un joven chino es encontrado en un bosque de Corea, es un caso extraño y aunque a Mingyu no le g...